Cuando los padres se enteran que su hijo tiene problemas con sus niveles de glucosa y producción de insulina, la pregunta que más se hacen es: “¿cómo decirle a un niño que tiene diabetes?”.
Si para un adulto es un golpe fuerte a su rutina, para los pequeños es mucho más complicado, por eso es que el momento en el que se lo hacemos saber debe ser con naturalidad y con la responsabilidad que una noticia como esta conlleva.
De hecho, cualquier consejo o recomendación de los profesionales en este sentido debe ser bien recibida, por eso entrevistamos a Teresa Tafolla, educadora en diabetes, que nos explica qué pasos seguir y qué decisiones tomar para superar de la mejor manera posible ese momento.
¿Cómo decirle a un niño que tiene diabetes?
De acuerdo con Teresa, los siguientes pasos pueden ayudar a los padres de familia a explicar a sus hijos que tienen diabetes. Si tienes algún otro consejo, por favor déjalo en los comentarios.
Platicar de la manera más natural posible
Se debe utilizar un lenguaje que el niño entienda, por lo tanto, se tiene que adaptar a su edad. Para que comprendan mejor, resulta positivo poner muchos ejemplos.
Será muy importante normalizar la situación lo máximo posible, no exagerar o dramatizar, pero darle la importancia que requiere.
Enseñarle a controlar sus niveles de azúcar
En general el niño debe introducirse al nuevo estilo de vida y para ello hay que explicarle que, como tiene diabetes, debe vigilar la glucosa que hay en su sangre y calcular cuánta insulina necesita.
Esos cálculos son complicados, por eso debe realizarlos al principio con sus padres, aunque después el que hará esto será él.
Al entrenarlo en la responsabilidad de controlar su enfermedad y controlar sus niveles de glucosa, hay que mostrarle los medidores que puede tener siempre a la mano.
Es importante platicarle cuáles son las cifras en las que debe estar el nivel de su glucosa, sobre cómo mantenerlas y qué alimentos son los que debe consumir para conservarlas.
Educarlo desde lo positivo
En lugar de castigar lo que el niño hace mal o no hace, hay que reforzar las cosas que hace bien. Cuando el niño conozca el funcionamiento de su enfermedad, tiene que ir adquiriendo poco a poco el control de sus cuidados.
Un consejo es que los padres feliciten o elogien al niño luego de que, con el tiempo, vaya tomando el control de su diabetes y sea una persona independiente.
Agradezco a Teresa Tafolla nutrióloga y educadora de diabetes las facilidades para esta edición.
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