Ilustradoras mexicanas: Flavia Zorrilla, más que ilustraciones bonitas

Flavia Zorrilla Drago es una ilustradora mexicana que “ha sabido romperla”, como dicen por ahí. Luego de estudiar diseño gráfico en la Universidad La Salle y un diplomado de ilustración en la Escola Massana Centre d’Art i Disseny en Barcelona y en la École Nationale Supérieure des Arts Décoratifs en París, comenzó a trabajar haciendo lo mejor que sabe y le apasiona: dibujar.

Las facetas laborales que ha tenido Flavia son varias. Ha trabajado como ilustradora, diseñadora y en publicidad (haciendo portadas de libros, rotulación carteles, audiovisuales, musicales y corporativos) para múltiples empresas. Sí, Flavia es camaleónica. Y es precisamente esta cualidad de adaptar su trabajo a cada campo lo que la ha llevado a publicar en distintas editoriales y a tener a importantes clientes como Hermès, Nestlé, Dolce Gusto, Crunch, Chocolate Abuelita, Carlos V, Frida Kahlo, Televisa, Branch Branding, Freak Fandango Orchestra, Pencil Ilustradores, Ogilvy y Factor Tres.

Para Flavia, la ilustración es un arte que se tiene que tomar en serio. “Es una forma de expresarme—dice—. Lo que más me gusta es poder contar historias de una manera más personal. El diseño se trata de comunicación, y a veces no te permite crear con tanta libertad. Cuando ilustras eres un poco más libre, ya que puedes crear cosas bajo tu propia identidad”.

Quisimos saber más de esta ilustradora mexicana, así que fuimos a preguntarle sobre su proceso creativo y gustos artísticos. Aquí te presento lo que nos contó Flavia Zorrilla en entrevista.

Contar una idea, una historia, transmitir un sentimiento, ¡hablemos de su trabajo!

Primero, ¿a partir de qué experiencia decidiste que lo tuyo era la ilustración?

—Comencé a dibujar desde muy pequeña.  Mi papá es arquitecto y yo solía usar sus plumones súper caros y especiales (¡y prohibidos!) para hacer mis dibujos de princesas y pollos gigantes. Mi hermana (que es 11 años más grande que yo) estudió diseño gráfico cuando yo era niña, y me encantaba ver que sus tareas. Se trataban de sacar fotografías y hacer dibujos (en mi mente de 8 años el diseño gráfico se trataba de hacer dibujos). Fue por ella que pensé que podía divertirme si estudiaba diseño, pero nunca pensé en ser ilustradora, sino hasta después.

Terminando la carrera pensé que quería dedicarme a hacer logotipos y diseñar empaque, y así fue durante algunos años. Aunque siempre supe que me gustaba la ilustración no tenía idea de cómo empezar a ser ilustradora. Un par de años después, y gracias al destino, conocí a las personas indicadas: los ilustradores Abril Castillo, Estelí Meza, Jorge Mendoza y Chiquita Milagro. Con ellos me fui adentrando en el mundo de la ilustración y la literatura infantil.

¿Tienes temas o elementos que constantemente te gusta integrar en tu trabajo?

—Creo que nunca lo he hecho de forma consciente, pero he notado que últimamente, cuando tengo la oportunidad, dibujo personajes con parches en el ojo, peces con pies o conejos caracol. Creo que se debe a que desde hace un par de años me interesé por los manuscritos medievales y, poco a poco, de manera consciente o inconsciente he ido incorporando estos elementos en mi propio imaginario.

Disfruto trabajar a partir de cuentos clásicos de hadas. Volver a ellos, retomar sus partes oscuras o reinterpretarlos dándoles un giro inesperado creo que tiene que ver con que crecí viendo las películas de Disney y luego encontré libros que narraban distintas versiones mucho más oscuras o extrañas. Eso siempre me fascinó.

Si pudieras definir tu estilo, ¿cómo lo harías?

—No me encanta la idea de definirlo porque mi forma de ilustrar ha ido evolucionando poco a poco. Lo que puedo decir es que me gusta usar mucho el color y las texturas para componer mis imágenes. También uso la perspectiva forzada y juego a exagerar las proporciones de los personajes.

Más que emplear una técnica en particular, lo que busco es contar algo en cada ilustración: una idea, una historia, transmitir un sentimiento. No me interesa que la ilustración sea simplemente bonita o decorativa. A través de la imagen quiero expresar algo. Para plasmar mis ideas puedo usar cualquier cosa: lápiz, tinta, grabado, una mezcla digital y análoga.

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Los chistuits, las canciones atroces y los artistas que inspiran a Flavia Zorilla

¿Hay lecturas o trabajos de otros creadores que te inspiren constantemente? ¿Nos podrías contar sobre esas expresiones artísticas que complementan tu trabajo?

—La música, la pintura, el cine, las fotografía, las artesanías, las chácharas de mercadito, salir a correr, el arte medieval, otros libros ilustrados, escribir o leer chistuits (chistes cortos en Twitter), las historias que me cuentan en casa, las experiencias que tengo todos los días… En cualquier parte hay inspiración.

Y en terrenos de la ilustración, ¿qué otros artistas contemporáneos mueven tu creatividad?

—Admiro a los ilustradores que escriben sus propias historias: Marta Altés, Beatriche Alemagna, Sara Fanelli, Carson Ellis, Isabel Arsenault, Isol, Oliver Jeffers, Jon Klassen. De México mis amigas ilustradoras son mi inspiración: Abril Castillo, Estelí Meza, Amanda Mijangos e Isabel Gómez Guízar (Chiquita Milagro). La lista es larguísima y cada día descubro más.

¿Qué escuchas mientras trabajas?

—Normalmente mis favoritos son los hombres solitarios que cantan canciones atroces o Sad Lords (Morrissey, Tom Waits, Nick Cave, Leonard Cohen), pero dependiendo de mi estado de ánimo o del clima, me gusta hacer playlists y puedo escuchar música barroca, música de viejo en mecedora, pianosaurio o pop.

Pensando a futuro

¿Cuál es tu opinión respecto a la ilustración mexicana actual?

—Creo que en México hay mucho talento, pero falta difusión y crear más proyectos. Sí, es cierto que se producen libros en México, aunque también se compran muchos proyectos que vienen de fuera (que indudablemente son de calidad). Pero creo que habría que dar un poco más de oportunidad a generar más proyectos originales en el país.

En este momento ¿qué proyectos tienes?

—Actualmente estoy terminando mi Maestría en libros ilustrados para niños. Tengo varios proyectos: uno es una historia de un conejo muy ordenado y una ardilla desorganizada, pero adorable y de cómo se vuelven amigos. Otro, es un libro de una princesa que cambia al mundo con ayuda del punk.

Tengo planeado hacer una portada y un libro con SM en España. ¡A ver qué otros proyectos nuevos van saliendo a lo largo del año!

Finalmente, ¿nos puedes contar un poco más sobre el calendario 2018 que armaste con otras ilustradoras mexicanas?

—El Calendario ilustrado “El Tiempo No perdona” surgió hace seis años, a partir de la idea y convocatoria de Estelí Meza. El objetivo era producir un calendario anual con un tema distinto (música, refranes, viajes, etc.) entre seis ilustradoras. El tema de este año es Fobias y Filias. Además de las seis ilustradoras, cada año tenemos invitadas especiales. Es un proyecto comunitario independiente hecho y promovido por mujeres que nos ha abierto puertas con posibles editores o clientes.

Si después de esto quieres seguirle la pista a Flavia Zorilla entonces apunta bien sus redes:

Sitio oficial: diafla.blogspot.mx
Twitter: @DiaFla
Instagram: flavia_zdrago

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