Lleno de callejones empinados y casas de piedra que nos remiten a la época colonial, este municipio es un importante centro vacacional, ideal para salir de la rutina y adentrarse en paisajes de acuarela. ¿Lo mejor? Está a muy pocos minutos de la Ciudad de México.
A pesar de ser muy pequeño en tamaño, encontrarás desde bella arquitectura hasta gastronomía típica del estado. Uno de sus más grandes atractivos es la Iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, ubicada en el centro del municipio: a su alrededor podrás adquirir un sinfín de artículos de piel, además de ricas bebidas como rompope o licores de diversos sabores.
Si deseas practicar ecoturismo y convivir directamente con la naturaleza visita el Centro Vacacional “El Chinguirito”, un espacio que deleitará tus sentidos, rodeado de montañas, y donde encontrarás chapoteaderos, alberca techada, área para acampar y juegos infantiles. Otro imperdible es la Presa Taxhimay, que te ofrece lanchas de motor para esquiar, paseos en veleros, kayak y ser testigo de una bella historia, pues ahí en el fondo yacen los restos de poblaciones abandonadas de las cuales sólo sobresale el campanario de la antigua iglesia.
Fuente: Turismo Estado de MéxicoAutor
