La leyenda de la Bella Airosa

Leyendas Hidalguenses

La ciudad de Pachuca en Hidalgo se caracteriza por tener una privilegiada ubicación, desde la cual, la luna es más brillante y el viento muestra su poderío. El origen de estas peculiaridades, se remonta a una gran historia de amor.
Cuenta la leyenda que en la época de la Conquista vivía en esta ciudad, una bella joven de buen corazón que tenía un gran respeto por la madre naturaleza. Acostumbraba pasear en el cerro porque le encantaba sentir como el viento jugaba cariñosamente con su pelo.

Por esos tiempos, había muchas carencias en los habitantes de Pachuca, lo cual le ocasionaba mucho dolor. Cierto día al hacer la tarde, la joven desesperada subió al cerro y comenzó a llorar desconsoladamente.

El viento al ver su pesadumbre, le acariciaba el pelo con mucho cuidado y secaba sus lágrimas. Así transcurrió la tarde y cuando llego la noche, la preocupación del viento se acrecentó, pues la muchacha seguía llorando y él tenía que marcharse.

Cuando la luna apareció, el viento tuvo una gran idea: se le ocurrió pedirle que acompañara a la muchacha hasta el siguiente día. Así sucedió, el viento se marchó y a la luna se le ocurrió preguntarle a la muchacha cuál era el motivo de su llanto.

La muchacha le contesto que su sufrimiento se debía a la pobreza de su gente. Cuando la madre Tierra escucho aquella conversación decidió proponerle un trato a la joven: tenía que entregar la bondad de su alma y su belleza a la tierra para ayudar a su gente.

Se cuenta que a partir de entonces, la bondad de su alma se condujo a las entrañas de la tierra convirtiéndose en plata y la belleza que la caracterizaba pudo observarse en la luna. Al día siguiente, cuando el viento regreso, busco sin parar a la muchacha, para su desgracia nunca la encontró.

El viento, quien estaba perdidamente enamorado de la joven, rugió desesperado, perdió el control y pareció enloquecer, recorrió la población arrasando con lo que encontraba a su paso. Por tal motivo y desde entonces se dice que en Pachuca, el viento sigue buscando a su amada.

Fuente: bicentenario.hidalgo.gob.mx

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