¿Qué hacer? Día de muertos méxico Puebla

Las ofrendas de Huaquechula, Puebla

Las ofrendas de Huaquechula, Puebla
  • Publicado29 octubre, 2015

 

Ubicada en las derivaciones de la Sierra Mixteca, Huaquechula es una de las comunidades indígenas poblanas con más arraigo y respeto hacia la muerte. Esta comunidad fue habitada por grupos Xilacas y Teochichimecas, además de ser considerada ruta de conquista encomendada a Jorge de Alvarado en 1524.

La celebración hacia los fieles difuntos tiene sus orígenes en la época prehispánica y hasta hoy en día es una de las festividades más importantes de nuestro país. Lo que distingue la celebración de Huaquechula a la de otros lugares son sus altares u ofrendas mortuorias, las cuales fusionan ornamentos prehispánicos con la tradición católica.

 

Ofrendas mortuorias, un legado de tradición

Los altares de Huaquechula, son denominados altares de “cabo de año” y están dedicados a aquellas personas que fallecieron en los meses previos a la celebración de día  muertos. No debemos confundir las ofrendas tradicionales con este tipo de altares, pues estos últimos se diferencian por sus estructuras piramidales colocadas, generalmente, en el recibidor del hogar.

Este tipo de representaciones, son hechas por manos expertas de los llamados “altareros” los cuales prestan sus servicios a las familias de los dolientes.

Los altares se conforman de tres o cuatros niveles, cada uno de ellos con significados diferentes:

  • Primer nivel. En este nivel se coloca la foto del familiar fallecido frente a un espejo, de tal modo que uno sólo puede ver el reflejo de la misma. Lo anterior, según creencias, representa la entrada al más allá. La fotografía es flanqueada por dos figuras de cerámicas, conocidas como “lloroncitos”, alrededor encontrarás comidas o bebidas que gustaban al difunto. Cuando el altar está dedicado a un niño, observarás dulces de alfeñique en forma de diversos animales, así como panes de muerto cubierto de ajonjolí o azúcar.
  • Segundo nivel. Este nivel representa el cielo, por lo que se colocan figuras de ángeles y vírgenes en una tela de satín de color blanco, la cual simula las nubes.
  • Tercer y cuarto nivel. En estos niveles se hace alusión a la cúspide celestial, representada con un crucifijo.

 

El primero de noviembre se comienza con la celebración, la cual da inicio por la tarde cuando las campanadas anuncian el arribo de los fieles difuntos que son guiados hasta los altares con un camino de flores de cempasúchil y agua bendita. Al día siguiente se acostumbra visitar el cementerio para limpiar y adornar las tumbas con flores y velas.

 

Fuentes: Puebla Travel y Todo Puebla 

Autor

Escrito por:
Diana Trejo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *