Panes ofrendas y fiesta ¡que ya vienen!
La tradición del Día de Muertos fue nombrada en 2003 como Patrimonio Intangible de la Humanidad por la UNESCO y es un símbolo de nuestro culto a la muerte que reúne elementos del pensamiento mesoamericano, de la evangelización colonial y hasta temas actuales. Panes ofrendas y fiesta son parte de ella.
Desde el 31 de octubre y hasta el 2 de noviembre, se realizan rituales en los cuales se construyen ofrendas y altares para recibir a las almas de los seres queridos que ya fallecieron.
El 31 de octubre se instala la comida para los niños difuntos como alimentos sin picante, golosinas y frutas. Primero, llegan los lactantes que no tienen agilidad para transportarse pues se dice que no comieron maíz, ni tuvieron vínculo con el fuego y los productos de la tierra. Al mediodía y hasta la mañana del 1° de noviembre llegan a nuestro mundo los niños finados que comieron maíz y los adolescentes que no tuvieron relaciones sexuales.
En la tarde de este día y hasta el 2 de noviembre llegan los adultos y su ofrenda consta de comidas y bebidas entre las cuales hay tamales, mole, caldos, arroz, chocolate, café, atole, pan, refrescos, licores, cervezas, agua, dulces, plátanos, naranjas, manzanas, sandías, cigarros y hasta los objetos preferidos por los difuntos en vida.
Entre más aroma tengan esos alimentos mejor, pues se cree que lo que ellos se llevan como alimento es la esencia. Hay alegría porque la reciprocidad del amor profundo trasciende a la vida.
Conoce más sobre esta tradición en Día de Muertos en México.
2 Comentarios
Quede gratamente sorprendido por todo el contenido de esta publicación! Podrías hacer extensa esta felicitación a todos los que participaron! Aplausos
muy buen contenido me encanto esta publicacion.