¿Parejas de comida? La media naranja no existe, en mi opinión. Existen complementos para algo que ya es bueno por sí mismo y que si los unes se vuelve una dupla única.

Buscamos binomios perfectos en gastronomía, y encontramos estos para ti.

Parejas de comida

Tacos y salsa… sí, siempre 

Este universo envuelto en tortilla y variedad está en nuestro día a día: ¿cómo decirle que no a un taco al pastor, de asada o de pescado estilo Baja? Y va bien solito, con salsas crudas o cocinadas (y hasta las poco conocidas como la de zarzamora con chile manzano), con “verdura” (cilantro y cebolla), y acompañado con aguas frescas, cheve, mezcal o hasta con refresco para quienes lo beben (perdónennos, nutriólogos).

Café con pan

Por la mañana esta pareja es de las preferidas: ya sea que tomes expresso, americano, cold brew, capuchino, café con leche, café de olla o algún otro método de extracción, esta bebida es esencial para algunos. Y qué decir del pan: ya sea que elijas entre la amplia variedad de pan tradicional mexicano como la concha o el garibaldi o algún otro, el placer que nos da acompañarlos o hasta “chopearlos” es indescriptible.

Vino con queso

Es otro infaltable en las reuniones, charlas de amigos, cenas románticas o apapachos en soledad. Hay tantas variedades de ambos que puedes divertirte uniendo posibilidades. Te doy ejemplos de quesos europeos, quesos mexicanos y algunas alternativas de maridaje.

Waffles o hot cakes con miel 

Sí, ya sabemos que no podemos comerlos diario pero cuando lo hacemos es un día de fiesta. Meter el tenedor en su textura y ver como escurre la miel es seductor: solo con imaginar esta acción comenzamos a babear. Agregar fresas, nibs de cacao o queso mascarpone también le da punch a esta pareja de comida ejemplar.

Sushi con salsa de soya

#SorryNotSorry, puristas del sushi. En efecto es necesario disfrutar el sabor del pescado en su máximo esplendor, pero la verdad es que todos hemos sumergido nuestro rollito en salsa de soya con limón o natural, pues ha sido parte de la apropiación cultural del platillo. Hay que decir que hay de salsas a salsas, y que si comes una de buena calidad, todo cambia.

Cerveza y pretzel

Esta bebida que nos encanta se lleva bien con botanas y el pretzel es un icono de la comida alemana. Su nombre original es brezel y proviene del latín bracellus que significa “brazo pequeño” que hace alusión a su forma.

Aguacate, siempre

Es muy versátil y hace pareja en muchas variantes. Hasta solito con sal es hermoso. Si bien sabemos de las aristas negativas que implica el sobrecultivo de algunas variedades de esta fruta, la invitación en este punto es que consumas aguacates silvestres y que te vendan los productores en los mercados. El aguacate “de pellejo” es un ejemplo que sabe a anís y hierba fresca, y se come con todo y piel. 

Pollo frito con papas a la francesa

Esta combinación no le gusta a tu cardiólogo, pero hay que aceptar que es muy rica. Un equipo investigador de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, estudió cómo el cerebro responde a los alimentos y comprobó que aquellos que contienen grasas y carbohidratos activan los centros de recompensa. Solo recuerda: todo con medida.

Hotdog con mostaza

Este platillo de comida rápida es popular y si bien hay de los de carrito callejero también existen otros que pueden hacerse con panes distintos y salchichas con buena materia prima. Y la mostaza, un alimento con mucha historia detrás, ¿qué te digo?: es un mundo más allá de la amarilla más comercial: hay tantas variedades como gustos, así que date chance de conocerla.

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Sí, nos faltaron las tlayudas y el mezcal, las conchas marinas y la champaña, el tamal con atole o el pulque y barbacoa, pero aparte de estos, ¿qué otras parejas de comida te gustan o recomiendas?