5 locales para visitar en el Mercado de Artesanías La Ciudadela

Claudia Aguilar

hace 7 años

La Ciudadela es uno de los mercados artesanales más visitados por extranjeros y no extranjeros. El encanto de este lugar ubicado en la calle de Balderas, frente al jardín Morelos, se encuentra en sus puestos, donde son exhibidos los trabajos de personas que a través del arte reflejan parte de la cultura de su región. Así pues, la riqueza del lugar está en las piezas que conservan las raíces de nuestra historia y la identidad de diversas culturas.

El próximo 10 y 11 de noviembre, el Mercado de Artesanías La Ciudadela festejará su 53 aniversario. Nos quisimos unir a la celebración recorriendo sus pasillos para conocer algunos de los locales. Estos son cinco que visitamos.

Te invitamos a descubrirlos:

1. San Germán

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San Germán Pottery es un taller familiar ubicado en el pasillo 1, local Núm. 6. Verónica Ordaz es la encargada del lugar. Amiga de los fabricantes y dueños que llegaron a La Ciudadela hace más de 30 años, ella ha escuchado de primera fuente todo lo relacionado a las piezas que adornan las paredes, mesas y hasta el piso del local.

Es cerámica a alta temperatura, estilo Tonalá lo que se vende aquí. La técnica, dice, la aprendieron sus amigos en el taller del artesano Jorge Wilmot, quien llegó a la localidad de Jalisco, famosa por su cerámica, en 1960 y presentó en el taller de alfarería tradicional su peculiar procedimiento para elaborar piezas con gres (pasta cerámica, formada por arcillas y materiales desgrasantes).

Verónica nos cuenta que este tipo de cerámica se quema a temperaturas muy altas, alrededor de 1300 grados Celsius, lo cual hace que sea extremadamente resistente y tenga una superficie similar al esmalte. También hace que la cerámica sea 100% libre de plomo, o sea que se puede meter en hornos, microondas y lavavajillas. El valor aumenta con los diseños que los artesanos dibujan a pulso.

En el local puedes encontrar más de dos mil artesanías, como tazas, floreros, jarras, vajillas completas, placas y platones. Los precios no son elevados, porque no tienen intermediarios, es decir, ellos son fabricantes. Así que las piezas vienen directamente de su taller que está en San Miguel Tlaixpán, Estado de México. Otras tantas, de talleres de colegas tonaltecos. La variedad es mucha; la calidad, también.

2. Artesanías huicholes de Jalisco

Las artesanías del local Núm. 264, en el pasillo 10, son hechas por la familia Carrillo Montoya. Miguel es el vendedor en turno. Tras horas en el negocio, él ya conoce y domina los detalles de las piezas que se venden en el local desde hace más de 30 años.

Este trabajo lo ve como una oportunidad de explicarle a la gente el valor del arte huichol: el tiempo que toma hacer las piezas, el origen, el significado de los elementos y los materiales con que están hechas.

Miguel nos cuenta que los huicholes usan cuentas de chaquira de colores, hilo nylon y cera de abeja que aplican para poder ir pegando las cuentitas y armar las figuras que son símbolos sagrados. También dice que los temas que representan tienen que ver con algunos dioses y animales sagrados como: el escorpión, dentro de la cultura es un cuidador; el venado, animal importantísimo por su papel en la creación del mundo, así como el peyote y el maíz. El peyote es un portal mítico de la cultura que significa el comienzo de la vida y el orden del mundo, y permite la comunicación entre los hombres y los dioses.

En el local encuentras cuadros, pulseras, esculturas, huaraches, collares, aretes, bolsas, anillos, morrales, ojos de dios y otras piezas únicas y extraordinarias que, además de deleitar la vista, permiten entender aspectos de la cosmovisión y el pensamiento de los huicholes. Un mundo mágico, colorido y luminoso es lo que los artesanos de Jalisco y su buen amigo Miguel convidan.

3. El Color de México

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Entre los pasillos 2 y 3, en el local Núm. 45 se encuentra este espacio saturado de colores vibrantes. Joel, uno de los muchos García que trabajan aquí, también es parte de la gama. Sus manos y brazos llevan las huellas del oficio que aprendió de manera autodidacta y que consiste en pintar cada una de las figuras de papel maché armadas por su familia.

Hermanos, primos, tíos, todos participan en el proceso. Unos se enfocan en los moldes; otros, en el empapelado y pintado, nos cuenta Joel. El resultado de esta tarea colectiva son los alebrijes, las catrinas y el barro decorado que abarrotan las vitrinas del negocio.

La familia de Joel lleva más de 40 años en La Ciudadela dedicándose a la cartonería. No se fastidia. Y es que a los integrantes les da una gran satisfacción ser parte del grupo de artesanos que le ponen color a México a través de sus obras hechas con gran esmero y pasión.

4. Guitarras Zalapa

En el local Núm. 37, del pasillo 2, Jesús y Javier Zalapa se dedican a la fabricación, reparación y venta de guitarras. Los hermanos son oriundos de Paracho, Michoacán. Pisaron por primera vez el terreno de La Ciudadela hace 50 años. Javier recuerda que llegaron cuando el mercado era una especie de feria temporal. Y que tras varias participaciones, finalmente decidieron quedarse. Ellos atestiguaron la transformación del terreno baldío a un mercado.

En el taller de los Zalapa todo es artesanal. Aquí no usan herramientas mecánicas ni eléctricas. Todas las guitarras, asegura Javier, las hacen a mano: desde cortar la madera y diseñar la forma, hasta la parte de la ebanistería, el barniz y el encordado. Usan material sólido y fino, como madera de cedro.

Puedes ver en su espacio maderas y máquinas funcionando al mismo tiempo que te dan informes o explican sobre alguna de las piezas que tienen colgadas y que llaman la atención por su extraordinario diseño. Las guitarras de este local son fáciles de tocar, porque simplemente están hechas para ello.

5. Artesanías de cobre martillado

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La especialidad del local Núm. 9 en el pasillo 1 es la orfebrería a partir del martillado de cobre, actividad realizada por los purépechas desde la época prehispánica. Pedro Ángel Urincho es el maestro en este lugar que también funciona como taller donde, a partir de la fuerza, crea un sinnúmero de objetos refinados y de belleza inquebrantable, como cazos, paelleras, sartenes, floreros, jarras, entre otros.

Originario de Santa Clara del Cobre, municipio de Michoacán reconocido por sus artesanías fabricadas a partir de ese metal, Pedro aprendió la técnica desde los 8 años de edad. Su tío, como un acto de amor y herencia, fue quien lo introdujo a un taller para que aprendiera a martillar el cobre.

Las piezas son hechas a martillazos. El metal debe estar al rojo vivo sobre un yunque para que se puedan moldear los adornos o recipientes. Pedro nos dice que esta es su parte favorita porque le emociona ver cómo un metal en forma de plancha se transforma en diferentes objetos que después son decorados con colores y figuras.

Pedro es la segunda generación de su familia en La Ciudadela. Él recuerda que su papá y su tío llegaron en 1964. Desde entonces, el local ha recibido a miles de personas que no dudan en llevarse un pedacito de Michoacán y su historia al comprar alguna de estas relucientes artesanías de cobre.

¿Ya sabes cuándo visitarás alguno de estos locales de La Ciudadela?

Más sobre La Ciudadela

Su origen se remonta a los Juegos Olímpicos de 1968 en México. Poco antes de que estos se llevaran a cabo, se organizó una especie de feria para promocionar el patrimonio artesanal. Le fue bien, por eso en 1970, el mercado sirvió como sede de souvenirs para el Mundial de Futbol.

El éxito fue tal que desde entonces, el mercado se volvió fijo, convirtiéndose así en el primero en su tipo.

Actualmente, La Ciudadela abre sus puertas de lunes a sábado, de 10:00 a 19:00 horas. Y domingo, de 10:00 a 18:00 horas.