Los candados del amor que cuelgan en una jardinera de la colonia Roma
“Axel y Mariana”, “Rodrigo y Brenda”, “Aury y Roy”. Estos son algunos de los nombres escritos en decenas de candados metálicos de diferentes colores y tamaños, unidos en la jardinera que está fuera del Museo del Objeto del Objeto (MODO), en la colonia Roma. Las llaves de los llamados “candados del amor” hace ya un rato que fueron depositadas en el buzón del Museo por muchas parejas de amantes, y también de amigos, que querían que su cariño durara y permaneciera para siempre.
Hay algunos oxidados, otros más nuevecitos, pero lo que no cambia es ese deseo de la perpetuidad que, seamos sinceros, ¿quién no ambiciona?
Si tú también quieres colgar un candado junto con esa persona especial, sigue leyendo porque te diré cómo es la dinámica y de dónde viene.
Los candados del amor en México
Si Francia, Estados Unidos, Alemania, España y otros países tienen (o tuvieron) un espacio cubierto por candados, ¿por qué México no? La idea de los candados del amor, nos cuenta Lizbeth Chávez del MODO, surgió al abrir el Museo en 2010.
Los fundadores quisieron que la jardinera que estaba en la banqueta más cercana se convirtiera en una celebración al amor y la amistad de cientos de parejas. Para ello, invitaron a las personas a sumarse a esta nueva expresión colectiva, la cual es similar a la del Puente de las Artes en París.
¿Y por qué se pone un candado?
La creencia dice que, al hacerlo, el amor de la pareja será inquebrantable. Regularmente, se escriben sobre el candado los nombres o iniciales de los integrantes de la pareja, y una vez cerrado, la llave se deja en un lugar al que ambos no pueden acceder después para así simbolizar el amor infinito.
Ir y poner un candado, dice Lizbeth, es una expresión de amor que tiene su origen en una escena del libro Tengo ganas de ti, del escritor italiano Federico Moccia, en la que unos enamorados colocan sus iniciales en un candado, lo cuelgan en las farolas del puente Milvio en Roma y arrojan después la llave al río Tíber.
“Lo que hacemos –explica– es invitar a la gente a que también coloque un símbolo de la perpetuidad de su amor en nuestra Ciudad de México”.
Hasta que el amor… se oxide
Si no lo has hecho aún, puedes ir al MODO cualquier día para manifestar tu amor y amistad de una forma auténtica y divertida. Puedes llevar tu propio candado, o bien comprar uno en el museo. Cuesta $45 pesos.
La dinámica es: ir por tu candado, decorarlo, colgarlo en la jardinera y, por último, depositar tu llave en el buzón de hierro forjado del Museo: ya sabes, como símbolo de sellar tu relación para la eternidad.
Los candados se quedarán permanentemente ahí y se seguirán acumulando con los que las parejas coloquen semana a semana afuera del Museo.
El plan perfecto para el 14 de febrero
¿Ya tienes planes para el Día del Amor y la Amistad? El MODO te invita a que formes parte de este pequeño símbolo de amor el próximo 14 de febrero. Solo debes comprar tu candado en la tienda del Museo o llevarlo para que lo decores ahí.
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