El norte del país es tan extenso que necesitaríamos meses de vacaciones para desentrañar sus secretos y disfrutar de toda su riqueza. Dentro de las maravillas que resguarda esta región se encuentra el Cañón de la Lima, un destino ubicado en el bello estado de Coahuila y que es el sueño de muchos aventureros o viajeros en búsqueda de nuevas experiencias.
¿Cómo llego?
Bueno, primero que nada debes llegar al Pueblo Mágico Parras de la Fuente. Aquí podrás hospedarte y disfrutar de sus increíbles atractivos. Entre las cosas que no puedes dejar de hacer, antes o después de tu excursión, está la cata de vinos y aguardiente, la compra de mezclilla a precios baratísimos y la obligada visita a la iglesia de San Rafael de los Milagros.
Parras de la Fuente también es el lugar ideal para contratar algún servicio o tour que te lleve de forma segura al Cañón de la Lima.
Cañón de la Lima
Este es el paraíso de muchos senderistas y escaladores, ya que posee paredes de hasta 50 metros de altura que pondrán a prueba tu destreza.
El recorrido de este cañón no es sencillo, pero sí que es mágico. Podrías compararlo con alguna de esas carreras exhaustivas en las que debes correr, brincar, nadar, escalar y resistir.
Completar el paseo por el Cañón de la Lima toma alrededor de cuatro horas. Deberás llevar ropa cómoda y ligera, ya que a lo largo del trayecto te toparás con pozas de agua cristalina y, créeme, te encantará sentir la frescura después de un par de horas arriesgando el físico.
Sin duda, la experiencia es enriquecedora, descubrirás la magia de la naturaleza a través de sus formaciones rocosas y selecta vegetación.
Es importante que vayas de la mano de expertos o que tengas nociones de senderismo y cañonismo, ya que requerirás equipo especializado en algunas zonas. Además, claro, de que las lesiones o inconvenientes pueden suceder en cualquier momento, desde una torcedura hasta perderte en la nada. Recuerda que siempre es mejor prevenir que lamentar.
Agarra tu mochila, tus tenis y tu playera favorita y lánzate a descubrir esta maravilla mexicana.
Foto principal: foggara.com
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