Celebra febrero con cartas de amor
Desde que el amor es tema (tal vez siempre) se han inventado aquí y allá, diferentes soportes para entregar los sentimientos amorosos: caligrafías secretas atesoradas en sobres perfumados; exaltadas y poéticas declamaciones a los cuatro vientos para que hasta los seres divinos sean testigos; ilustraciones o retratos con algún mensaje decidido a arrebatar suspiros; o incluso, en épocas más recientes, formatos digitales que incluyen video, música, animaciones e hipertexto.
¿Qué es una carta de amor?
Aunque en sentido estricto (literal, lo dice el diccionario de la RAE) una carta es “un papel escrito, y ordinariamente cerrado, que una persona envía a otra para comunicarse con ella”, hoy en día, en que la virtualidad juega en nosotros tanto como lo físico, pienso que podemos, al menos cuando hablamos de cartas de amor, asegurar que no nos referimos al objeto sino al mensaje… Es en sí un concepto, puede ser un escrito con tinta y pluma en un papel, o un documento tecleado en un procesador de textos en tu computadora, ser visual o declamada, viajar atada a una paloma, vía las manos de los trabajadores del correo postal, o a la velocidad de la luz en cualquier servicio de mensajería instantánea. Una carta de amor es un acto con el que le decimos a quien amamos, lo grande, significativo, indispensable y único que es.
Como dice Ian McEwan en su novela Amor Perdurable en voz del protagonista “Quizá sea ésa la esencia de una carta de amor, la celebración de lo único”.
A lo largo del año, hay días especiales (14 de febrero, aniversario, cumpleaños), en los que queremos consentir a nuestra pareja. Y aunque ha habido épocas, y hay aún círculos de personas, para los que las cartas de amor no son más que ”¡puras cursilerías!”, yo comparto opinión con Clarissa, personaje de la misma novela de Ian McEwan, que está convencida de que “el amor que no encuentra expresión epistolar no es perfecto”.
El mensaje más allá de lo escrito
Hacer una carta de amor (cualquiera que sea su formato), cuando llega al otro, no solo comunica lo que en ella vaya escrito, dibujado o programado, sino que demuestra el tiempo de su elaboración, esas horas de estar pensando en el destinatario, concentrado en conseguir su sonrisa, su regreso, su perdón, quizá un eufórico agradecimiento…
Tipos de cartas de amor
Enamorados de norte a sur y dando la vuelta al globo, de todos los siglos y estilos de vida, han hecho cartas para sus amantes y amados, pretendientes y pretendidos, consortes o imposibles.
Hay cartas de amor famosas, de personajes que no hubiéramos imaginado que dedicaran tiempo al amor. Cartas que no solo son valiosas por su poesía o ingenio, sino por el retrato que resultaron de las épocas en que fueron escritas o la influencia que significaron en cuestiones literarias o de feminismo. Cartas de desamor y de despecho, de “te extraño” y de “perdóname”, muchas cartas de “te amo” con finales felices y algunas que anunciaban una despedida, manchadas de lágrimas, que hacían correrse la tinta emborronándolo todo… También hay cartas de amor que nadie conoce, pero que han hecho suspirar desde el alma a alguna joven, llorar a alguna dama, conseguir valor y arrojo a algún guerrero, despertar de una inquietud (o hundirse en otra) a mil y un algunos más, como tú o yo.
¿Te gustaría escribir una para esa personita que te quita el sueño y te hace suspirar a cada instante? Te cuento algunas ideas sobre cómo hacer una carta de amor.
También te invito a leer el especial completo sobre cartas de amor:
- Historia de las cartas de amor
- Cartas de amor fogosas y famosas
- 9 novelas que inspirarán tus cartas de amor
- 5 películas sobre cartas de amor
- 6 historias de Internet sobre cartas de amor
Y te recomiendo darte una vuelta por la nota sobre Orgullo y prejuicio… y zombies, una adaptación del gigante de la literatura romántica cuasi homónimo, en la que las orgullosas señoritas Bennet además de buscar marido, tendrán que enfrentarse a una horda de muertos vivientes.