Conoce la biodiversidad de Jalisco en el Jardín Botánico Haravéri
Para conocer la biodiversidad de Jalisco el lugar ideal es el Jardín Botánico Haravéri, que se encuentra en la Sierra Madre Occidental. A tan solo dos horas de Puerto Vallarta ves que la vegetación y el ambiente cambian: ya no hay grandes hoteles, plazas ni bancos; los senderos con árboles, flores y montañas ahora conforman el paisaje. El municipio que lo aloja es San Sebastián del Oeste, uno de esos poco conocidos en Jalisco.
Este remanso verde, que te recomiendo visitar, abrió sus puertas al público hace dos meses, después de un par de años de investigación exhaustiva de su equipo de biólogos especializados en fauna y flora, así como en turismo ecológico. Verás que aprenderás mucho y valorarás más la riqueza biocultural de ese estado.
Haravéri es el único jardín botánico en México que no se encuentra cerca de una ciudad y que está rodeado por vegetación nativa. Por esta razón, su estado de conservación es excelente. En él conocerás más sobre el bosque mesófilo de montaña, un ecosistema que solo está presente en el 1% del país, explica Mónica Rivas, quien lidera este espacio.
¿Cómo nació este Jardín Botánico?
Proyecto Nebulosa es una empresa social con varias aristas, entre ellas el Jardín Botánico Haravéri. Marcos Galindo, empresario y politólogo, ha notado que en esta región sureña jalisciense los jóvenes tienden a migrar a otros estados de la República o a los Estados Unidos, ya que han carecido de opciones de trabajo y estudio (aunado a otros temas sociales como narcotráfico y marginación).
Su padre, que es agrónomo, lo apoyó y, juntos, reunieron diferentes talentos a fin de aportar un beneficio social a la comunidad. Haravéri significa “jardín”, en huichol, y su objetivo es la divulgación científica, la conservación natural, la documentación de datos y el uso de hierbas, frutas, flores y más en alimentos y bebidas de sus espacios gastronómicos: Jardín Nebulosa y Cantina Experimental.
Mónica dice que la extensión natural de este vergel alberga a alrededor de 218 especies de plantas; además, a animales de importancia tanto nacional como endémica regional. Su extensión es de nueve hectáreas y cuenta con tres senderos: uno de pino, que mide 1.3 kilómetros, y dos de mesófilo, pequeños (de 300 y 600 metros), en los que se puede descubrir la diversidad de este tipo de bosque.
“No vas a ver este bosque en ningún otra parte de México, ni siquiera en los campos grandes de Veracruz o de Chiapas, con todo y que es una extensión muy pequeña. Está en mejor estado de conservación que los que son mucho más grandes”, agrega Mónica, quien es una excelente guía en esta aventura.
Bosque mesófilo: su importancia y características
Ella confiesa que aún falta mucho por estudiar, pues, aunque hay registros botánicos de esta zona desde 1800, las exploraciones han sido muy puntuales en La Bufa o La Bulera y han dejado sin analizar este cuadrante que comprende una gran cantidad de biodiversidad y que es alto en endemismo.
Añade que la importancia ecológica de este Jardín Botánico es grande, dado que todavía se encuentran felinos como el jaguar, el más grande de América, especie protegida y en peligro de extinción, así como pumas, pecaríes y venados. En México, solo hay dos Jardines con bosque mesófilo: Haravéri y el Jardín Botánico Francisco Javier Clavijero, que depende del Instituto de Ecología A. C. (Inecol), en Xalapa, Veracruz.
Una de las características de este tipo de bosque es que durante las mañanas y las noches todo se llena de neblina y, entonces, hay humedad, condición que ayuda a las epifitas, que son las plantas que crecen sobre otro vegetal, objeto o en la copa de los árboles y que se resguardan en simbiosis amigable con otras.
Mónica dice que, en un futuro muy cercano, este será el primer ecosistema que se verá afectado por el cambio climático. Ya en la actualidad, los patrones de floración han cambiado: suceden antes o después; los animales, por su parte, han comenzado a desplazarse a zonas en donde antes no se les veía, pues no encuentran alimento suficiente o refugio.
La biodiversidad de Jalisco en los senderos de Haravéri
Entre las plantas más importantes en el Jardín Botánico Haravéri están las cícadas (en especial, Zamia y Dioon), que son muy antiguas: datan de la era Mesozoica. También verás diversos helechos arborescentes, que son originarios de la era Paleozoica. Se les considera indicadores biológicos de lugares bien conservados; es decir, en donde están es un terreno saludable.
La segunda familia mejor representada en este espacio es la de las orquídeas, plantas que se reúnen con los hongos para ayudarse y que son importantes para diferentes tipos de polinizadores. De hecho, México es uno de los países con más orquídeas en el mundo: hay más de 25 mil especies, explica Mónica.
Durante primavera, la vista se llena de flores moradas y rosas que florean en marzo. La segunda temporada, que es en octubre, está cubierta de tonos amarillos y naranjas. En la caminata de exploración por este Jardín, escucha los sonidos circundantes del entorno y está atento a los testimonios de la presencia de los habitantes de estos recovecos, que pueden ser una huella felina en un árbol, las ranas que viven debajo de las hojas (indicadoras de la buena salud ambiental) o cierta fruta o planta mordida por algún pecarí.
De aves y colibríes en la biodiversidad de Jalisco
Si eres amante de la observación de aves, un dato de interés es que en Jalisco existen 520 especies y 102 de ellas habitan en el Jardín Botánico Haravéri. Algunas son el chipe gorra rufa, el perico frentinaranja, la tangara carirroja y el momoto. También podrás ver a la garcita verde, el chipe gorra canela y muchas más.
Pero la pasión y el motivo de estudio de Mónica, durante varios años, han sido los colibríes, y en Haravéri anidan dos importantes: la ninfa mexicana (Thalurania ridgwayi), endémica de Jalisco, Colima y Nayarit; y el colibrí ermitaño (Pheatornis mexicanus). “No se conocía nada de ambos, ni sobre su reproducción o alimentación. Tuvimos la suerte de encontrar nidos y estudiarlos”, cuenta. Estos seres alados son unos de los polinizadores más efectivos, junto con los murciélagos, las polillas y las mariposas. ¿Sabías qué pueden llegar a visitar hasta mil flores por día?
“Ver esta ave es hasta mágico: el macho tiene la cabeza de color rosa o lila, y el pecho verde esmeralda. ¿Cómo la evolución llegó a eso? ¿Cómo llegó a ser de estos colores? Me fascina pensar de dónde vienen estos animales y su importancia”, expresa esta apasionada por la naturaleza. De hecho, pronto publicará dos artículos sobre la ninfa, uno en Neotropical Journey y otro en Journal of Ornithology, lo cual, nos dice, es revelador para este campo del conocimiento.
Esta ave es muy importante para el proyecto: es una musa de vuelo rápido. Incluso, los fundadores de Proyecto Nebulosa también elaboran una raicilla, un destilado jalisciense de Agave maximiliana, que fue bautizada en su honor.
Las posibilidades de las plantas medicinales y comestibles
Varias de las plantas en el Jardín Botánico Haravéri están protegidas. El palo maría, la caña brava y algunas camedoras, con uso medicinal y gastronómico, son ejemplos. Mónica comparte que una de las metas de su equipo es la recopilación de los saberes de las comunidades, que incluya los nombres comunes de las mismas y para qué se utilizan o utilizaban.
Así que, en conjunto con el equipo de cocineros parte del proyecto, como Alejandro Gómez, chef de Jardín Nebulosa, y Nicolás Cano, encargado de investigación culinaria; además de los mixólogos Martín Kovar y Raúl Ponce, buscan integrar en platillos y bebidas diferentes sabores de la Sierra Madre Occidental.
San Sebastián del Oeste tiene, en total, siete tipos de ecosistemas y alrededor de 900 especies vegetales. De sus 80 localidades, cinco incluyen cerca de mil habitantes y son las más relevantes, pero hay rancherías en las que viven de 5 a 10 personas, que, en su mayoría, han pasado toda su vida ahí y poseen conocimientos de cómo sanar con plantas, porque rara vez bajan a tratarse a las ciudades. También saben cómo procesar alimentos y sus usos, así que aún hay mucho por hacer y documentar.
¿Cómo llegar al Jardín Botánico Haravéri?
Si se te antojó ir a este lugar, debes reservar tu visita con al menos un día de anticipación. Siempre habrá un guía con los viajeros que se animen a recorrerlo, ya que una de sus misiones es la educación ambiental y no solo el goce del senderismo.
Reciben un máximo de 40 personas por día, a fin de preservar de manera correcta este regalo de la Madre Tierra, que, para nuestra fortuna, nos regaló la presencia de un colibrí bebé, experiencia que podría alcanzarte si agudizas tus sentidos y te permites observar.
¿Te animas a ir de travesía por este lado natural de Jalisco? Hay más que tequila y mariachi en el occidente mexicano.
Camino a las Guacas km. 8.5, Localidad La estancia de Landeros
Martes a domingo, de 9:00 a 17:00 horas
$150 pesos por persona
jbharaveri@gmail.com
(01) 322 224 0578
Facebook: Jardín botánico Haravéri
Fotos: Tony Petate
También puede interesarte
https://sisoy.net/el-pajarete-bebida-tradicional-mexicana/
https://sisoy.net/arte-papel-vista-hermosa-en-san-agustin-etla/
https://sisoy.net/juan-rulfo-ruta-de-los-murmullos-jalisco/