Un modo natural de despertar los sentidos, eso es el Jardín Sensorial Chapultepec

Jardin Sensorial Chapultpec

Dentro de los muchos secretos que guarda la primera sección del bosque más importante de la ciudad de México se encuentra el Jardín Sensorial Chapultepec. Pocos lo conocen, pero este lugar, que se encuentra en una área del Jardín Botánico, ofrece la posibilidad de reconectarnos con la naturaleza y con nosotros mismos. A lo largo de un camino especialmente trazado, podemos disfrutar de la flora y fauna, y también experimentar detalles a través de los otros sentidos.

Jardín Sensorial Chapultepec

El Jardín Sensorial Chapultepec te permite conectar el olfato, la vista, el gusto, el tacto y el oído con la naturaleza. En serio. Y es que al adentrarte en este espacio vas descubriendo pequeños elementos que estimulan los órganos sensoriales. En ocasiones, cuando uno de estos presenta una deficiencia, los otros órganos se agudizan y permiten obtener la información necesaria del exterior para así relacionarnos mejor con el medio.

Los sentidos que activamos en el Jardín Sensorial Chapultepec

El primer sentido que ponemos a prueba es el oído. Todos los sonidos que escuchamos son vibraciones que el órgano percibe y el cerebro interpreta de dónde provienen. En esta parte del recorrido puedes hacer caso omiso de los cláxones que vienen de Reforma. Trata de poner más atención a los diferentes cantos de las aves que descansan en los árboles, al crujir de las ramas o simplemente al sonido de tus pasos cuando caminas por las piedras rojas del jardín.

El olfato es el siguiente sentido que hay que provocar percibiendo los olores, ya sean agradables, desagradables, fuertes o suaves. Desde la tierra húmeda y el aroma de la vegetación hasta la fragancia del de al lado.

Después es turno de la vista. Nuestros ojos perciben la forma y el tamaño de los objetos por medio de la luz. Puedes sentarte en alguna banca y entonces voltear hacia arriba, hacia abajo… a donde sea y admirar los colores, las formas, los tamaños y más de las especies que se encuentran dentro del jardín.

Le sigue el tacto. Con este, hay que recordar, percibimos la textura y temperatura de lo que tocamos. En el caso del jardín, puedes tocar los troncos, las plantas, las flores y la tierra, y sentir las texturas tan especiales que distinguen a cada uno.

Por último, el gusto, y no, no me refiero a las partículas de tierra que pueden entrar en tu boca mientras hablas y caminas. Sino que después de un largo recorrido, no hay nada mejor que un delicioso antojito en forma de papas o helado, ¿no? De estos encuentras en todas sus formas y sabores en los puestos que rodean al jardín. En alguno seguro encuentras el pretexto ideal para poner al cien tu sentido favorito.

Cuando no sepas en qué lugar de la ciudad pasar un rato agradable y en paz piensa en el Jardín Sensorial.

Más sobre el Jardín Sensorial Chapultepec

Está abierto de martes a domingo de 10:00 a 16:00 horas. La entrada es libre.

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