Mi mejor amiga se casó el año pasado en el mes de agosto y como muchas de nosotras se aferró a la idea de realizar su boda en un jardín y así lo planeó. Sede, misa, vestido, damas, banquete, banda en vivo, bebidas y demás; todo estaba listo.
Fue una boda emotiva en un principio, cuando ambos dijeron sus votos, pero como de película, cuanto terminaron y el sacerdote siguió con la ceremonia, comenzó a llover, y no hablo de una llovizna insignificante, llovía de verdad a cántaros, por lo que muchos de los invitados tuvieron que resguardarse en la casa.
Lamento mucho que la fiesta de mi amiga se haya visto afectada por la lluvia, pero creo que faltó un poco de planeación. Claro que nadie controla el clima, pero hay temporadas con grandes probabilidades de lluvia, de viento o de frío que pueden arruinarnos nuestro gran día.
Para realizar una boda en un jardín hay que considerar cuál es la mejor época del año para hacerlo. De acuerdo a la empresa especializada en bodas, Zankyou, la temporada alta de bodas en jardín es desde marzo a mayo y a veces se extiende hasta junio. Pero ojo, a veces llueve en mayo por lo que se aconseja comenzar la ceremonia a medio día si es el mes que elegiste.
La segunda temporada es en octubre y noviembre, cuando las lluvias se fueron y todavía no hace tanto frío.
Sin importar la fecha, es indispensable una carpa en el jardín bien adornada e iluminada, no solo por la lluvia sino por comodidad. Si es temporada de calor, checa que existan suficientes ventiladores para que tus amigos y familiares se sientan cómodos.
Si te decidiste por un Pueblo Mágico, un jardín en el Bajío o en el norte del país, toma en cuenta estas fechas, pero también investiga muy bien cómo es el clima en el destino. No queremos que te lleves ninguna mala sorpresa.
De acuerdo a Zankyou la tendencia en decoración de bodas al aire libre para este año son menos flores de colores y más follaje en tonos de verde, colgantes y techos verdes. La iluminación va en tonos muy tenues y con velas.
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