Mercado de San Juan, alimentos fuera de lo común

Este mercado, que en realidad se llama Mercado Ernesto Pugibet y su nombre original fue Mercado de Iturbide, no es para nada convencional. Algunos le llaman gourmet, otros dice que es de especialidad, pero más allá de las nomenclaturas, lo importante es su atractiva y peculiar naturaleza.

No es el lugar para la comida de diario ni para economizar. Es un espacio para elegir lo que se cocinará en las ocasiones especiales, lo que no se encuentra en todos lados. Es lo peculiar dentro de lo general.

San Juan es un deleite a la vista, que luego se transformará en un gozo al paladar. ¿Qué se te antoja comer? Esa es la pregunta principal. Es un paraíso para el cocinero y el bon vivant. Una fantasía hedónica de tener los productos necesarios para darse a la gula.

Frutas brillantes, grandes, antojables, casi de revista. No sólo hay “naranjas, limas y limones”, como dice la canción popular: noni, carambolas, guanábanas, mameyes y yacas se encuentran en el exótico menú frutal.

Sus verduras son otro detalle a notar: papa morada, berenjenas, zanahorias, camotes, nabos, gualumbos, flores comestibles, brotes de rábano, alfalfa, cebolla y más se ofrecen para la imaginación que se manifestará en forma de receta.

Carnes como la de cocodrilo, serpiente, venado y lechón; variados pescados y productos del mar, como pargo, cabrilla, cabracho y centollo,  insectos como escamoles, acociles, jumiles y chinicuiles están listos para los aventureros paladares que comen más que pollo y bistec.

Y existe otro espacio más en el que seguramente tu antojo será el más feliz: La Jersey, una tienda de carnes frías y quesos de la mejor calidad y variedad. ¿Qué tal un jabugo, un serrano, un manchego curado o un gouda con pesto?

No sólo puedes llevarlos a tu casa, sino que también hay opciones para comer ahí: una baguette deli con una copa de tinto de la casa, una tapa de higo con mascarpone y miel con un agua de limón con rodajas de pepino y chía, o la que haga la señora que pasa a venderlas por los pasillos en los cuales encontrarás desde curiosos, sorprendidos por la diversidad, hasta chefs en busca de materia prima.

Y para terminar, hasta hay un establecimiento para beber café: un americano, un capuchino, un espresso o un vienés terminan perfectamente cualquier comilona al estilo San Juan.

Si quieres conocer este mercado ve a la calle de Ernesto Pugibet, entre José María Marroquí y Luis Moya, a cuatro cuadras del Eje Central Lázaro Cárdenas y de la estación de Metro San Juan de Letrán.

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Autor

  • Periodista y editora. Cultura alimentaria y perspectiva social. El mezcal es mi pastor. Me gusta lo cotidiano extraordinario y compartirlo en historias. Cuéntame, ¿qué te interesaría leer en este blog?

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