Museo del Metro: una razón por la que no odiarás este transporte

museo del metro

Foto: Claudia Aguilar

“Cuando no hay nada qué hacer ni a dónde ir, siempre se puede entrar al Metro, rolarla por los andenes, ir a ver qué pasa por Pantitlán o Tacubaya; ir y venir o sentarse un rato, curiosear los puestos establecidos, dejarse ir y traer, o solamente mirar las oleadas de gente (…)”.
José Joaquín Blanco

¿Quién en su sano juicio entraría al Metro por mero gusto? A menos de que hayas quedado de ver a alguien bajo el reloj de una estación, poner un pie dentro de la famosa “limosina naranja” es un acto que no gozamos ni tantito, pero que ¡ay, cómo necesitamos!

La relación de amor-odio con el Metro es el costo que nos tocó a los chilangos pagar por venderle nuestra alma a esa opción llamada “fácil y rápida (¿?)” para transportarnos de un extremo a otro de la ciudad. Los arquitectos, pensando en cómo hacernos pasar el trago menos amargo, crearon aparadores a lo largo de los transbordes entre estaciones con la idea de que ahí constantemente se pusieran exposiciones (de lo que fuera: pintura, escultura, fotografía, dibujo, piezas arqueológicas, etcétera). Hace unos meses, en la línea dorada (la 12), dentro de la estación Mixcoac, surgió un nuevo espacio: el Museo del Metro.

Foto: Claudia Aguilar

Inspirado en sus imágenes, símbolos y experiencias, este museo presenta planos, fotografías y objetos icónicos que narran los momentos claves del diseño, construcción e inauguración de la llamada “otra ciudad”, aquella que tiene su propia cultura, sus relaciones sociales, y por la cual transitan a diario más de 5 millones de personas.

Todos queremos curiosear por el pasado y más si se trata de la historia del medio de transporte más importante del país. ¿O no? Imagina: aquí puedes encontrar desde los primeros boletos hasta el aparato que hace el sonidito del “tururú”.

En las siete salas del museo hay piezas como: planos, fotografías de los primeros usuarios, la ceremonia de inauguración en 1969, el primer fin de semana de operación, la visita guiada a los usuarios, la llegada del primer tren a México. También, se muestran los tipos de mobiliarios que se han usado, los primeros uniformes, los papeles de conductores, los diferentes boletos y tarjetas que se han dado en taquilla, y hasta piezas arqueológicas encontradas durante la construcción de las líneas.

Foto: Claudia Aguilar

Especial atención merece una de las salas dedicada al trabajo de Lance Wyman, quien fue encargado de diseñar la iconografía y tipografía del Metro. Aquí se ven fotografías de su crew, las imágenes que los inspiraron a diseñar, por ejemplo, los logos de la estación Chapultepec, Candelaria, Balderas, Salto del Agua, Cuauhtémoc, Pino Suárez y La Merced.

Foto: Claudia Aguilar

La travesía no termina aquí.

En otra sala se muestra obra de grandes artistas, solo por el gusto de compartir la cultura. Aparecen los nombres de Rufino Tamayo, Francisco Toledo, Vicente Rojo, José Luis Cuevas, Leonora Carrington, entre otros. Y en la última sección se exhibe una pequeña parte de la primera exposición en el Metro: Imagen México, hecha por el arquitecto Eduardo Terrazas para la inauguración.

Para ver el museo no se tiene que pagar. Bueno, únicamente el boleto del Metro porque si no, pues ¿cómo llegas hasta aquí?

Foto: Claudia Aguilar

 Datos curiosos sobre el metro:

Horario: De martes a domingo de 10:00 a 20:00 horas.

Más información:

Sitio oficial: www.metro.cdmx.gob.mx
Facebook: Metrocdmx
Twitter: @MetroCDMX 

También te puede interesar:

https://sisoy.net/museo-del-tatuaje-en-mexico/

https://sisoy.net/exposicion-dali-en-reforma/

https://sisoy.net/actividades-librofest-metropolitano-2017/

 

Autor

Salir de la versión móvil