Uno de los principales atractivos de la zona oriente de Puebla es el agua que brota de los manantiales Peñafiel y es el resultado del deshielo de “La montaña sagrada” o “Pico de Orizaba”.
En su recorrido de varios kilómetros, el agua se filtra por las capas del sub-suelo emergiendo como agua pura y rica en minerales. Por ello cuenta la leyenda que el emperador Moctezuma I llevaba en vasijas el agua mineral de Tehuacán a la gran Tenochtitlan, para beneficiarse con sus propiedades.
Los rumores de los beneficios hicieron que para el año de 1928 se fundará la empresa “Manantiales de Tehuacán“, para embotellar y distribuir agua mineral en México y el extranjero. Se instaló una sala de embotellado en los túneles donde brota el agua a 11 metros de profundidad ubicado en Tehuacán. La planta funcionó con 20 trabajadores y dos maquinas de pedal embotellando tres botellas por minuto, una vez embotellado el producto se subía por medio de poleas a la superficie para ser etiquetado manualmente ya hecho eso se llevaba al ferrocarril para distribuirlo en Tehuacán y sus regiones.
Si quieres conocer esta planta en donde aún se extrae esta mítica agua y adentrarte en su historia completa, debes visitar el museo dedicado a la historia del manantial, las propiedades minerales de sus aguas y los procesos de aprovechamiento y beneficio del mismo.Hablamos del Museo Peñafiel.
El recorrido que ofrece este museo inicia en un bello jardín de cactáceas. En su interior se encuentra un mural, del maestro Desiderio Hernández Xochiliotzin, en el que se recrea la historia de Tehuacán.
Cuenta con varias salas, en las que se observa la maquinaria utilizada, así como los procesos manuales e industriales en la elaboración de las bebidas embotelladas. En esta galería existen diversos ojos de agua activos.
Se ubica en la Av. José Garci-Crespo 2805 San Nicolás, Tetitzintla en Tehuacán, Puebla. De lunes a jueves de 9:00 a18 horas y los fines de semana de 9 a 15 horas.
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