Este parque es considerado uno de los más bellos de la república, se ubica en las faldas de la Sierra Nevada en los límites del Estado de México y Puebla. Se rodea de una robusta maleza integrada por árboles de pino, encino y oyameles que resultaron ideales para ser la casa de los venados de cola blanca, gallinas de monte, halcones y cuervos.
El Parque Nacional Izta-Popo cuenta con dos imponentes atractivos: los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, que sobresalen sobre el horizonte con sus cumbres nevadas. Pero más allá de la belleza visual que nos ofrecen este par de impresionantes gigantes, nos otorgan la cosmovisión de las viejas culturas indígenas del México prehispánico que les consideraban seres vivos.
Iztaccíhuatl (mujer blanca) y Popocatépetl (cerro que humea) ha dado origen a numerosas leyendas, pero la más abrazada es la que menciona un hermoso idilio y que se remonta a la época prehispánica.
Esta región está catalogada como área de importancia para la conservación de aves y región prioritaria para la conservación en México dada su alta diversidad ecosistémica; su función como corredor biológico; la presencia de endemismos; su importante función como centro de origen y diversificación natural, así como centro de domesticación o mantenimiento de especies útiles.
Este parque ha sido lugar favorito de excursionismo para los habitantes de la Ciudad de México, solo a una hora de camino. En este parque es posible recorrer cuatro senderos interpretativos bien señalizados, así como llegar a La Joya y subir el Iztaccíhuatl. Además cuenta con el centro de visitantes en Paso de Cortés, donde debe registrarse todo visitante para recorrer el parque.
Para llegar desde la Ciudad de México, se debe tomar la carretera federal Chalco-Cuautla, pasar por Amecameca y desviarse hacia el camino que atraviesa la comunidad de San Pedro Nexapa hasta llegar a Paso de Cortés (de Amecameca a Paso de Cortés se recorren 23 km).
http://iztapopo.conanp.gob.mx/
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