Payasos rescatistas, una brigada cultural después de la tragedia

¿Habías oído hablar de los payasos rescatistas? Probablemente, tras el sismo del pasado 19 de septiembre de 2017, viste las brigadas culturales que recorrían las zonas afectadas, rescatando el ánimo de la gente. Pero su labor no quedó ahí, pues al igual que los topos, los binomios caninos y otros voluntarios, los payasos rescatistas están listos para atender cualquier situación de desastre. ¿Quieres saber más? Sigue leyendo.

Bubo, uno de los payasos rescatistas

Una nariz roja y grande resalta entre el maquillaje blanco que adorna su rostro. Avanza entre escombros y caminos casi intransitables debido a terremotos y otros desastres naturales con la única misión de ayudar, su nombre de pila ha pasado a segundo plano para convertirse en el Payaso Bubo.

Acompañado por una brigada de 10 personas, el Payaso Bubo encabeza un proyecto llamado Risaliencia, se trata de una unidad de apoyo para víctimas que sufren de ansiedad, miedo y depresión tras perderlo todo en desastres naturales.

El equipo de payasos rescatistas tiene 14 años de existencia.

Detrás de la brigada de payasos rescatistas

Detrás del maquillaje de Bubo se encuentra Arón Ortiz, quien inició su carrera como payaso hace 27 años, pero desde 2004 creó el proyecto de Risaliencia para apoyar emocionalmente a víctimas de desastres naturales como en el sismo del 19 de septiembre de 2017.

“¿Qué pasó?, ¿cómo te sientes? Y ¿qué piensas hacer? Son las tres preguntas que seguimos como protocolo al llegar a una zona de desastre y establecer una conexión con las víctimas para ayudarlas a recuperarse con risa”, explicó Ortiz durante su participación en el Congreso Nacional de Protección Civil 2018.

El proyecto nació en el Congreso Nacional de Resiliencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hace 14 años. Ortiz consiguió el apoyo de la Comunidad Latinoamericana de Resiliencia para desarrollar la iniciativa.

“Hacemos nuestra parte”

Durante 14 años, el Payaso Bubo y su equipo de payasos rescatistas han recorrido la República apoyando con su terapia de risa a las víctimas de siniestros naturales y han sumado experiencias fuertes y gratificantes, como parte de un grupo de rescate.

“No nos toca la labor de rescatistas para llegar a ayudar a una zona de desastre. Cuando entramos es cuando el equipo de Protección Civil ya aseguró la zona y nos toca la labor de apoyo emocional”, dijo.

El objetivo del equipo de Risaliencia es cumplir con cuatro puntos para ayudar a las personas:

Mediante estas acciones universales los payasos de apoyo emocional se acercan a las poblaciones afectadas.

Como payasos rescatistas, el recibimiento que tienen es más aceptado por niños, mientras que con los adultos es un proceso complejo debido que la figura de un payaso no es bien recibida por todos.

Marcados en cada rescate emocional

Más serio y sosteniendo al personaje con un hilo, Ortiz deja entrever los rasgos humanos cuando recuerda el volcán de fuego en Colima, la tormenta Earl en la Sierra de Puebla y el sismo del 19 de septiembre en Oaxaca.

“Cuando llegamos a Oaxaca la gente nos decía que habían quedado atrapados: ‘Nos encerramos a piedra y lodo. No podíamos salir’. Esa fue una situación difícil por todo lo que ocurrió”, recordó.

Estar tan cerca de la tragedia ha marcado al equipo de payasos rescatistas, los ha hecho crecer y los ha vuelto más maduros para afrontar el camino que eligieron.

“No podemos quedarnos con nada de lo que nos cuentan, necesitamos cerrar ese proceso y no llenarnos de emociones”, sentenció.

 

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