Quizá te ha tocado ver en redes sociales (sobre todo después de que hay un temblor) información compartida como mechero de pólvora advirtiendo sobre un megaterremoto en México que se avecina y podría causar daños devastadores. No cabe duda que la parte en la que predicen la fecha es falsa, pero… poniéndonos serios, ¿qué probabilidades hay de que ocurra un sismo grande en el país?
Los orígenes del rumor
Por alguna extraña razón, nos gusta vivir con una idea de temor apocalíptico por guerras, desastres naturales, accidentes científicos y un largo etcétera. Sin embargo, algo de cierto hay en algunas de las teorías de casi, casi fin del mundo.
La idea del megaterremoto en México surge en la región conocida como Brecha de Guerrero (ubicada entre Acapulco y Zihuatanejo) debido a que no ha tenido actividad sísmica por más de 100 años y se ha especulado que el día que ocurra un sismo, será de una magnitud superior a los 9 grados.
Según el Instituto de Geofísica (IGF) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la última vez que ocurrió un gran sismo en la región fue en 1911. Antes de este temblor, del cual se desconoce intensidad, no se tiene registro de cuándo hubo un terremoto, por lo que no se puede predecir con base en intervalos de tiempo si se presentan sismos en la zona cada 100 años, 200, 400 o más años.
¿Es probable un megaterremoto en México?
A ciencia cierta no se sabe. Lo cierto es que si se acumula demasiada energía (ya van más de 100 años) es probable que se produzca una sismo grande. No obstante, especialistas del IGF también han revelado que descubrieron deslizamientos asísmicos en la Brecha de Guerrero. Lo que quiere decir que no se producen sismos, pero sí se relajan esfuerzos tectónicos.
Mientras un sismo libera energía en pocos segundos, un deslizamiento asísmico lo haría a lo largo de dos o tres meses.
Para saber si los deslizamientos asísmicos han relajado los esfuerzos en la Brecha de Guerrero o se ha incrementado la energía para producir un megaterremoto en México, las autoridades mexicanas unen esfuerzos con investigadores japoneses.
El IGF coopera con la Universidad de Kyoto y agencias japonesas de Cooperación Internacional y de Ciencia y Tecnología en un proyecto denominado Alianza para la investigación en ciencia y tecnología para el desarrollo sostenible.
Con este proyecto, además de estudiar el posible peligro por sismos en la Brecha de Guerrero, se revisará la posible amenaza por tsunamis en las costas de Guerrero.
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Entonces, ¿habrá o no un sismo de gran magnitud próximamente? No. Hasta ahora son especulaciones, ya que es imposible predecir un megaterremoto.
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