Quintana Roo es un estado que nos regala múltiples opciones para disfrutar de la naturaleza, debido a que cuenta con una planicie de origen marino donde abundan los ríos subterráneos, playas, lagunas y cenotes.
Los cenotes son cuerpos de agua dulce que por lo regular se rodean por cavernas, originadas por la erosión del agua sobre la roca. Los más famosos del estado son el Gran Cenote a tres kilómetros de Tulum; Cenote Dos Ojos que se ubica al norte de Playa del Carmen, y Cenote Azul Sagrado que no se encuentra dentro del estado, pero sí muy cerca, como a cinco kilómetros de Chichen Itzá.
Posee ríos superficiales y algunas lagunas, entre las que destaca la de Bacalar o Laguna de los Siete Colores muy cerca de Chetumal. Se llama así porque su agua cubre toda posible gama de colores que van desde el azul turquesa hasta el azul Prusia.
Para completar toda esta riqueza geográfica de Quintana Roo están sus 856 kilómetros de litorales, de los cuales 700 son bañados por las aguas del mar Caribe dando lugar a Cancún, Isla Cozumel, Tulum, Playa del Carmen, Isla Mujeres, Riviera Maya y Holbox. Todas sus aguas son color turquesa y su arena blanca que se ven enmarcadas por una tupida selva.
Además, a este lugar del Caribe Mexicano pertenece parte del segundo arrecife coralino más grande del mundo, se llama el Gran Arrecife Maya que tiene una longitud total de mil kilómetros, de los cuales, 350 pertenecen al estado de Quintana Roo. Es nada más y nada menos que una impresionante formación marina de corales, hábitat de numerosas especies de flora y fauna. En algunos tramos alcanza una asombrosa profundidad, sólo posible gracias a la transparencia de las aguas.
Fuente: Turismo del Estado
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