Salvador Loza y los museos de realidad virtual
Te ha abierto la puerta, han subido las escaleras hacia su departamento y te ha presentado a su mascota, una perrita negra de nombre Hollywood, pero hasta entonces has notado lo familiar que te resulta Salvador Loza en comparación con Jack Skellington: altísimo, delgadísimo, de ojos grandes y vestimenta negra; pero a diferencia del personaje de Tim Burton este chico tiene una sonrisa amplia que usa de manera continua para lanzar carcajadas.
El joven de 28 años ya se ha sentado en una esquina del único sofá en la sala de su departamento, un lugar amplio donde también cabe una mesa con una computadora de escritorio y una pantalla casi gigante. Mientras acaricia a Hollywood, Salvador confiesa que hace más de cuatro años fue expulsado de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado conocida como “La Esmeralda”, una de las escuelas más reconocidas de arte en México donde, en sus inicios, dieron clases Diego Rivera y Frida Kahlo.
A Salvador no le avergüenza decir que estuvo solo dos años en “La Esmeralda”, poco después explicará que cuando él estudió allí no le enseñaban lo que él quería aprender.
— En un principio estaba muy entusiasmado, había muchos maestros a los que yo admiraba, pero en algunas materias tenía profesores que me ponían a hacer cosas que yo no quería. En dos ocasiones reprobé escultura, por ejemplo.
De acuerdo con la página oficial de la escuela, en 2007 la única licenciatura disponible en “La Esmeralda” era Artes Plásticas y fue hasta el año pasado, 2016, cuando se implementó la licenciatura en Artes Visuales, que hace énfasis en “la renovación de las disciplinas tradicionales, buscando hibridaciones de éstas con las artes tecnológicas”.
Salvador Loza es creador de Vngravity, una galería en línea que funciona diferente del resto. En dicha página se realizan exposiciones con al menos siete artistas como expositores cuyas obras están disponibles para el público durante un tiempo determinado. Otra particularidad de dicha plataforma es que se muestran piezas realizadas en 3D o realidad virtual.
Las historias de los museos
La madre de Salvador estudió relaciones internacionales y su padre es arquitecto. El único cliché en la niñez de Salvador es que cuando pequeño quería ser como su padre. — Me la pasaba dibujando todo el tiempo como él—confiesa antes de explicar que fue también su padre quien lo incitó a realizar dibujos propios.
De lunes a viernes el niño Salvador Loza iba a la escuela, tenía problemas con sus profesores por ser “uno de esos niños desmadrozos” y dibujaba; los fines de semana acudía con su padre y su hermano menor a, por lo menos, seis museos, “algo que odiaba”.
Al terminar la preparatoria, Salvador estudió un año de diseño en la Universidad Marista, luego estuvo dos años en “La Esmeralda” y después se dedicó a buscar empleo, trabajó como asistente en producciones para comerciales y estuvo haciendo algunas cosas freelance de diseño. En ese momento comenzó a indagar sobre la posibilidad de realizar una exposición, pero las galerías tenían programadas actividades hasta un año y los museos hasta en tres y “no te aseguraban que tu trabajo fuera seleccionado para mostrarse”. Sobre todo eso decidió no esperar a enseñar su trabajo.
Desde 2012 Salvador se planteó la posibilidad de crear Vngravity, la plataforma salió un año después, a sus 25 años de edad, tras tomar un curso de animación por computadora de manera independiente el resto lo aprendió de manera autodidacta.
La primera gran exhibición de Vngravity saltó al espacio físico. Con colaboraciones de artistas de Estados Unidos, Rusia y México, los diferentes proyectos también mostrados en la plataforma se montaron en el Museo Universitario del Chopo en 2014. A partir de entonces el trabajo de Salvador comenzó a tener demanda.
En su haber, el trabajo de Salvador resalta por dos proyectos que realizó en colaboración con su socio en Vngravity, Gibrann Morgado. El primero fue el resultado de Aquanet 2001, una pieza sobre el “hijo imaginario” de Donald Trump y Sarah Palin (Carson Trump Palin). El segundo fue D.R.E.A.M.H.O.U.S.E. 2015, una representación en 3D de la denominada Casa Blanca de Peña Nieto que a su vez es utilizada como un museo y cuyos objetos expuestos son: un monstruo de tres cabezas cuya cara es la del presidente de México, un auto desecho y los tres únicos libros que ha leído el mandatario.
Hasta el momento, el trabajo de Salvador ha sido expuesto en la plataforma Museo Digital de Arte Digital (DiMoDa) y en espacios físicos en países como Canadá, Italia, México, Reino Unido, Estados Unidos, Francia y Alemania.
En el pasado, Salvador ha trabajado con Vans y también ha sido DJ, pero otra actividad que desea retomar este 2017 es la escritura. Por el momento, se encuentra trabajando en un proyecto denominado Ancient future o futuro antiguo en donde intenta plasmar de manera virtual cuál sería el resultado de mezclar todas las culturas del pasado para tener una nueva forma de vida en el futuro.
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