Zona arqueológica Edzná

Zona Arqueológica Edzná

Foto: urban360

Campeche es inmenso y ya nos ha demostrado una gran versatilidad y belleza con lugares como la Reserva de la Biósfera Calakmul, Celestún y Ciudad del Carmen. Y por si esto no fuera suficiente, Campeche nos vuelve a sorprender con la Zona Arqueológica Edzná.

Zona Arqueológica Edzná

Esta zona se encuentra a 55 km al sureste de la ciudad de Campeche y no puedes dejar de visitarla durante tu paso por esta entidad.

Edzná o Ytzná significa “casa de los Itzáes”, ya que a esta gran civilización se le conocía con el nombre de Itzá. Durante su apogeo logró expandir su territorio hasta 25 kilómetros cuadrados.

La historia de este sitio se remonta al 600 a.C., por lo que durante tu paseo estarás contemplando siglos de historia y desarrollo. De hecho, se puede observar un fantástico sistema de captación, almacenamiento y desecho pluvial, que, seguramente favoreció el desarrollo de la ciudad.

Foto: México Destinos

Estructuras

Algo muy importante que podrás notar a cada paso son los muros decorados con rostros de dioses, animales míticos y símbolos representativos, que forman parte del estilo Petén.

Una de las áreas más impresionantes de la Zona Arqueológica Edzná es la Gran Acrópolis. Aquí podrás descubrir más de 10 estructuras. Hacia el lado poniente encontrarás la Casa Grande o Nohochna, en la cual notarás con más detalle los rostros antes mencionados.

Como parte del recorrido también descubrirás la estructura del gran juego de pelota, la Pequeña Acrópolis, la Plataforma de los Cuchillos, entre otras. Créeme, cualquier narración se queda corta si no lo ves con tus propios ojos.

Foto: Youtube

Recomendaciones

Quizá te parezcan obvias o absurdas, pero de verdad que cuando visites la Zona Arqueológica Edzná, no debes olvidar nada de lo siguiente:

El horario es de lunes a domingo de 08:00 a 17:00 y la entrada solo cuesta $55 pesitos así que, si estás planeando una visita a Campeche, no olvides incluir la Zona Arqueológica Edzná en tu itinerario. De verdad que uno no dimensiona la grandeza del mundo prehispánico hasta que la contempla con sus propios ojos.

 

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