Querétaro es una población religiosa por excelencia, en sus entrañas destacan una gran cantidad de templos y capillas que nos rememoran los orígenes cristianos desde el Virreinato.
Los templos son un acercamiento a la historia de la ciudad, este en particular nos narra una parte de la época colonial. En sus inicios fue una pequeña capilla a la Santa Cruz, que según cuenta la leyenda de la fundación de Querétaro, se construyó después de que ésta apareciera en el cielo el 25 de julio de 1531.
Con el paso del tiempo a mediados del siglo XVII se erigieron la iglesia y el convento. Ahora ha sido completamente restaurado y su principal atractivo reside en el interior: una réplica labrada en piedra de la Santa Cruz que apareció en el cielo. También se pueden observar los hermosos retablos de cantera rosa que oscilan entre el estilo barroco y el neoclásico.
El convento de la Santa Cruz es uno de los edificios queretanos que más historia ha visto pasar por sus corredores. Cuando iniciaba el movimiento de Independencia, fue prisión del corregidor de Querétaro, don Miguel Domínguez, y unos años después fue tomado por Iturbide para poder dominar Querétaro desde la colina.
Datos que todo visitante debe saber:
- Maximiliano de Habsburgo usó el convento como cuartel general y más adelante fue su primera prisión
- A contra esquina de la Cruz, se encuentra el Calvarito, una pequeña capilla que debe de ser la primera construida en territorio queretano
- Si te gustan las fiestas patronales, la Cruz ofrece una de las mejores 12 y 13 de septiembre
- En la parte interior del convento existe un árbol del que crecen espinas en forma de cruz. Si crees en los milagros, no debes perderte éste.
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