¿Qué comer? Ciudad de México Restaurantes y bares

Huset apología a lo sabroso en este restaurante en la Roma

Huset apología a lo sabroso en este restaurante en la Roma
  • Publicado8 septiembre, 2015

Huset sonaba a deliciosa promesa desde que el chef Maycoll Calderón anunció la creación de restaurante en sus redes sociales. En poco tiempo se convirtió en uno de los favoritos de comelones en la Ciudad de México.

Maycoll luce feliz y relajado en esta casona con más de 100 años que estaba olvidada y ahora toma una nueva vida no solo con este restaurante sino con un spa, una barbería, una cafetería y un salón de yoga. La sonrisa abierta es algo natural en él.

Un mural de medusas eléctricas, como esas de las que habla Haruki Murakami en la Crónica del pájaro que le da cuerda al mundo, adorna una parte de ese espacio abierto para disfrutar de una comida al aire libre, con un huerto en la parte superior. Aún a unas cuadras de Insurgentes no percibirás ruido alguno. Es una isla para abstraerte del bullicio.

Huset Roma Foto: Mariana Castillo
Huset Roma Foto: Mariana Castillo

¿Qué pedir en Huset?

Se antoja, para empezar, alguno de sus cocteles: probé La aguacatona, con tequila, miel de agave, jugo de piña, aguacate y jugo de limón; y el Honololulú con ron, jarabe de hoja santa, jugo de limón amarillo, limón verde, jarabe de maracuyá granadina y Peychauds. Ambos fueron alternativas con suficiente alcohol, que entre sorbo y sorbo, acompañaron la charla de domingo.

Su carta cambia diariamente, según los ingredientes y la creatividad del equipo de cocina; un sello con la fecha lo corrobora. Lo que yo probé inició con una ensalada de duraznos con cinco elementos, así fue perfecta. Maycoll integró duraznos, cerezas, arúgula, vinagreta de champaña y una burrata fresca que le hace honor a su origen lingüístico que la describe como algo mantequilloso. Encontré una picosita sorpresa: un chile verde entre ese viaje entre acidez, cremosidad y dulzura.

La focaccia para acompañar estaba recién salida del horno llena de aceite de oliva que escurría seductor por el pan herbal y perfecto preludio a los ñoquis con hongos de temporada con parmesano. Esa pasta con papa no estaba nada apelmazada como otras que he probado, pero el toque especial no solo era ese, sino que tenía un toque de limón que al mezclarse con lo láctico resultaba exquisito.

Ese día llegó cangrejo de Ensenada al restaurante así que este cocinero (quien también es amante del arte) aprovechó este insumo del mar agregándole mayonesa de Sriracha sobre un pan al grill. Aunque a mi gusto faltó picor, la tostada era muy rica.

Durazno con burrata y cereza Foto: Mariana Castillo
Durazno con burrata y cereza Foto: Mariana Castillo

Más sugerencias

El discurso marino siguió con un robalo ahumado en encino con mostaza: su costra y piel tenían la consistencia correcta, las notas a madera y esas semillas que le daban acidez. Para acompañarlo (antes de ser devorado) había un puré de camote y unos jitomates cherry con albahaca, que al morderlos, tenían un jugo herbal y fresco.

Ya se acercaba el final y todo era un clímax pero sin duda las albóndigas son supremas. Maycoll contó que son el único platillo que le salía bien a su mamá así que decidió hacerles homenaje en este menú. Para ellas mezcla carne de cordero, res y cerdo y hace esa bola de sabor en un sofrito de jitomate con hinojo casi caramelizado y en trozo grande para sentir su textura, col y queso cotija. Solo con recordarlas, me da hambre de nuevo.

Como postre, el cheesecake de calabaza con pepitas y helado de dulce de leche no era empalagoso sino dulcemente rico, con paseos de sedosidad, temperaturas y crocantes. Lo acompañé con un café originario de Tlaxiaco, Oaxaca, que era achocolatado.

 

Albóndiga Foto: Mariana Castillo
Albóndiga Foto: Mariana Castillo

Atención personalizada

“Me cansan los jardines en el plato y los brotes. Esto es lo que me gusta”, confesó Maycoll. Él estuvo al tanto de mi servicio y de los demás tragones. Si yo fuera chef me daría satisfacción saber que la gente sale feliz y con ganas de volver una y otra vez a probar esta comida. Él es un buen cocinero y este espacio le da libertad.

La apología a lo sabroso que hace es algo implícito que descubrirás al visitar Huset. Ese discurso de lo rico es más importante quizá que su eslogan de ser “cocina de campo y fuego”.

¿Dónde? Colima 256, colonia Roma.

Sugiero reservar (temprano porque se llena):

Más información: 55116767

Página web: husetroma.com

Facebook: HusetRoma

Twitter: @HusetRoma

Cheesecake de calabaza Foto: Mariana Castillo
Cheesecake de calabaza Foto: Mariana Castillo

Autor

  • Mariana Castillo

    Periodista y editora. Cultura alimentaria y perspectiva social. El mezcal es mi pastor. Me gusta lo cotidiano extraordinario y compartirlo en historias. Cuéntame, ¿qué te interesaría leer en este blog?

Written By
Mariana Castillo

Periodista y editora. Cultura alimentaria y perspectiva social. El mezcal es mi pastor. Me gusta lo cotidiano extraordinario y compartirlo en historias. Cuéntame, ¿qué te interesaría leer en este blog?

1 Comment

  • Si tienen suscripciones para recibir estas deliciosuras, ya tienen el mío, porque lo estoy buscando y no sé dónde picar. Si no, yo los visitaré hasta agotar existencias.

Deje un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *