Qué comer en el corredor de la Montaña, Hidalgo

Para comer en el corredor de la Montaña, debes saber que La ruta del Corredor de la Montaña es quizá una de las más bellas por sus innumerables paisajes preciosos; aquí se encuentran tres de los cuatro Pueblos Mágicos de Hidalgo.

Una parte complementaria en esta ruta son sus sabores, en cada uno de los puntos representativos existe más de un platillo que no puedes dejar de probar.

Real del Monte: 

Esta población es el punto de partida de la ruta, para comenzar prueba los deliciosos y tradicionales pastes. (link) Son parecidos a las empanadas, la diferencia está en que la pasta es más fina. Se rellenan de frijoles con chorizo, papa con carne, mole rojo y verde, también hay con relleno dulce como los de arroz con leche o piña.

Mineral del Chico: 

Este frío poblado es el segundo punto, aquí hay un lugar tradicional para comer que se llama El Minero, que tiene un sinfín de establecimientos dedicados a honrar las delicias de la comida mexicana: quesadillas, huaraches, enchiladas, barbacoa, tacos y más. En abril hay escamoles; en junio y julio, quelites; en la temporada de lluvia, hongos; y en septiembre, chinicuiles. Si quieres probar algo diferente pide hualumbos (flor del maguey) o flor de madroño en tortitas.

Huasca de Ocampo: 

Huasca es la cabecera municipal de la zona, aquí puedes encontrar los diversos platillos típicos de Hidalgo, sin embargo lo que es trascendental es la trucha horneada, la bebida tradicional es la huasqueña o naranjate, mezcla de jugo de naranja, miel de abeja, vainilla y alcohol de caña. Y para cerrar con broche de oro el pan de pulque.

Epazoyucan:

Este punto es uno de los menos sonados pero no por ello menos interesante. Aquí la comida es extravagante ya que en los puestos de la plaza es común que los guisos tengan como protagonistas a la fauna de la zona, por ejemplo ardillas o conejos que son sazonados con chiles endémicos.

Mineral del Reforma:

Aquí es la parada obligada para probar los mixiotes de carnero, es la especialidad de la casa y si te queda antojo de carne también la barbacoa de esta zona es una de las mejores.

Atotonilco el Grande:

Muchos también llaman a Atotonilco el Grande el secreto mejor guardado de Hidalgo, su peso turístico es poco; al contrario de lo mucho que puede prometer. A los amantes de la comida les ofrece el sabroso cocol, un pan ligero con sabor simple relleno de frutas de la estación.

Además de deliciosa esta ruta es, sin lugar a dudas,  un paraíso de bellezas naturales, extraordinaria arquitectura inglesa, majestuosas minas, historia y tradición. Encuentra en nuestro blog de sección amarilla 10 cosas que hacer en el corredor de la montaña

Fuente: Turismo del Estado / http://www.turisticahidalgo.com/

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