De forma natural el zinc es un mineral que proporciona la ingesta de ciertos alimentos como la carne de res, el cacao y los cacahuates. Comer habitualmente estos productos, es un factor determinante para sentirte más activo en tu día a día.
El zinc es un oligoelemento, es decir una sustancia química que se halla en pequeñas cantidades en los organismos vivos, la cual es fundamental en el desarrollo de huesos fuertes, un sistema inmunológico resistente y la disminución de la fatiga.
Recientes investigaciones han comprobado su eficacia para prevenir ciertas enfermedades como el cáncer, y por si fuera poco, también favorece la producción de colágeno y elastina que mantienen la piel saludable.
Además, el zinc ayuda a prevenir la depresión, ya que actúa como un regulador del estado de ánimo, aportando alegría en el día a día, lo cual a su vez produce una sensación de disminución de la fatiga.
Si deseas incluir más zinc en tu dieta, puedes consumir alimentos como la levadura de cerveza en polvo, alimento rico en complejo B12, magnesio, cromo, hierro y zinc, así como cierto tipo de leguminosas como lentejas, garbanzos y soja que aportan energía gracias a la cantidad de hidratos de carbono que contienen.
Otra opción es recurrir a los suplementos alimenticios, pero antes de adquirirlos procura preguntar a tu médico cuáles son los adecuados para tu estilo de vida.
Vivir en constante ajetreo cotidiano es la principal causa de la disminución del zinc en la etapa adulta, por ello es indispensable contribuir en el fortalecimiento de esta sustancia mediante una alimentación equilibrada que incluya alimentos como las ostras, sardinas, yema de huevo, cereales integrales y los gramos adecuados de carne roja; y un plan de ejercicio cotidianamente o actividades como yoga o meditación que contribuirán gradualmente a incrementar tus niveles de zinc.
Si deseas conocer más información sobre los beneficios de incluir zinc en tu dieta, te recomiendo leer “Comida que le da brillo a tu piel” y “Beneficios de comer pescado”.
Autor
