Cómo emprender la carrera contra el cáncer
El cáncer es una enfermedad que afecta en mayor o menor medida la integridad del paciente; por ello son varios los profesionales que intervienen en el tratamiento de este padecimiento, porque surge la necesidad de hacer un trabajo multidisciplinario.
Existen diferentes evaluaciones que toman en consideración para ver a un sujeto como una persona completa, estas son:
La evaluación física: en ésta se despliegan varios aspectos como lo son el tipo y estadio de la enfermedad, así como lo relacionado con la alimentación y efectos que tiene la enfermedad.
La evaluación familiar: aquí se toman en cuenta las características del paciente, de la familia, el apoyo y atención que recibe, las creencias y el nivel de educación que tiene, con la finalidad de tener un conocimiento más cercano al ambiente en el que se desenvuelve. Es fundamental conocer si cuenta con algún seguro médico que pueda proporcionarle los servicios, o los buscará de manera independiente; caro, si tiene la posibilidad de solventar los gastos, etcétera.
Evaluación espiritual: en este punto se observará qué tan importante es para el sujeto la espiritualidad, la cual tiene que ver con la paz interior y la religión, o el papel que juega alguna creencia, puesto que si se encuentra, hay una probabilidad de que sirva como soporte para la persona; puede ser un elemento esperanzador que provee un bienestar (de esto se desconoce si hay algún estudio científico que lo compruebe, pero bien podría relacionarse).
Conocimiento: Posterior al diagnóstico y antes de esta valoración, es muy importante evaluar el conocimiento del paciente sobre su enfermedad, su estado actual, si conoce el pronóstico de la misma, y si tiene sabe qué se tiene que hacer a partir de ese momento; si conoce las instituciones, asociaciones y hospitales que cuenten con los servicios para su tratamiento, etc. Si lo desconoce, será necesario que el psicólogo le informe sobre el tema de una manera precisa y clara.
Evaluación psicológica: se realiza una valoración minuciosa para crear un plan de trabajo a la medida del paciente, en la que se toma en cuenta el estado emocional de éste a partir de que supo que tiene la enfermedad, para descartar cualquier trastorno, y por supuesto para tomar las medidas pertinentes para la aceptación de la presente circunstancia y la adaptación a la misma. Si existe algún trastorno, entonces será importante trabajarlo. Para esta etapa, se tendrá que estar haciendo un trabajo multidisciplinario en conjunto con el oncólogo o la parte médica requerida.
Agradezco a COI y su grupo de especialistas por las facilidades para realizar esta edición