¿Cómo vivir el duelo y saber si lo estás superando?

¿Cómo vivir el duelo y saber si lo estás superando?

La mayoría de las personas no sabemos cómo vivir el duelo pues es un momento de mucha confusión y sentimientos encontrados.

Y aunque nos cueste trabajo reconocer que estamos pasando por un mal momento, debemos prestar atención a todo lo que sentimos para prevenir el desarrollo de padecimientos físicos, consecuencia de emociones reprimidas por un duelo mal llevado.

Para hablar del tema, contactamos a Ana Elena Hernández Navarrete, psicóloga, psicoterapeuta y docente en enseñanza de psicología, quien nos cuenta que el duelo es el procesamiento de los sentimientos que experimentamos luego de perder algo valioso o importante para nosotros.

Este duelo se puede detonar por la muerte de un ser querido, por un divorcio o ruptura amorosa, la pérdida de trabajo o incluso la de algún bien material.

¿Cómo vivir el duelo?, ¿qué es lo que sentirás?

¿Cómo vivir el duelo y saber si lo estás superando?

Ana Elena menciona que el duelo se refiere a cualquier tipo de pérdida significativa, cada una con una intensidad e impacto diferentes. Comenta también que hay muchos tipos de duelo y el que estamos viviendo por la pandemia de COVID-19 es un ejemplo de ello.

Con el encierro para evitar contagios, perdimos la libertad, el contacto con las otras personas, algunos trabajos y lamentablemente a seres queridos, así que los últimos meses hemos vivido en un duelo constante.

Para saber si lo que estás sintiendo es un duelo, ya sea por la pandemia o por otro tipo de pérdida, la psicóloga y terapeuta recomienda prestar atención a los siguientes puntos.

Recuerda que cada persona es diferente y puedes presentar estos síntomas o no; de cualquier manera, lo mejor es que busques ayuda profesional para cuidar tu salud mental.

Cuando nos quitan algo de golpe, la estructura de vida que teníamos se desajusta.

Son momentos de mucha confusión porque ya no podemos tener la misma rutina que antes pero tampoco sabemos cómo actuar frente a los cambios, sin dejar de mencionar los sentimientos de tristeza y desolación que sentimos.

Ana Elena comenta que es como si tuviéramos un aturdimiento emocional en el que hay una sensación de desorganización y caos interior.

Como te contamos en la nota Tanatología ¿qué es y cómo se relaciona con el duelo?, el duelo atraviesa diferentes etapas en las que los sentimientos son displacenteros.

En primer lugar, nos impresionamos y entramos en un estado de negación porque no creemos que la situación haya pasado, o por lo menos no a nosotros. Luego nos inundan sentimientos de culpa, enojo o frustración por no haber hecho algo para evitar lo sucedido.

Después de darnos cuenta que la pérdida fue real, sentimos miedo, ansiedad e incertidumbre por no saber lo que va a pasar con nuestra vida sin aquella persona o sin aquel trabajo que teníamos.

Al ser conscientes de que las cosas no serán como antes, entramos en un estado de depresión y tristeza, es muy probable que el llanto sea recurrente y que el panorama, por ahora, nos parezca oscuro.

Una característica del duelo es que después de vivir una pérdida hay dificultad para concentrarse, prestar atención a los pendientes o incluso para recordar cosas básicas que se hacían de manera cotidiana.

Por ahora, el cerebro está tratando de procesar lo que sucedió y no tiene tiempo para prestar atención a otras responsabilidades. Esto es algo normal, así que date tiempo para sanar.

Como se ha mencionado, cada persona es diferente y algunas tienden a vivir el duelo en soledad.

De acuerdo con Ana Elena, un síntoma normal del duelo es querer evitar el contacto con las personas, lugares, canciones, comida o circunstancias que recuerden lo perdido.

¿Cómo saber si estás avanzando en el duelo?

A pesar de que es muy dolorosa, Ana Elena indica que una pérdida es una oportunidad de tener un nuevo comienzo y descubrir aspectos de nosotros mismos que no sabíamos.

Como ya mencionamos, en un inicio el panorama se ve muy gris y todo lo que sentimos nos impide ver la salida, sin embargo, la última fase del duelo, la aceptación, nos invita a seguir adelante, aunque le falte una pieza a nuestra vida.

Ante esta situación lo mejor es escucharte, reconocer lo que necesitas y pedir a los otros que lo respeten.

Cualquier acción que decidas va a ser válida, es decir, estás en tu derecho de llorar, vivir el duelo en soledad, apoyarte de seres queridos, buscar ayuda profesional, hacer ejercicio, cantar, hablar, escribir o cualquier otra cosa que te permita expresar tus emociones sin lastimar o afectar a terceros.

Si luego de un tiempo de llevar a cabo estas actividades notas lo siguiente, puedes decir que tu duelo está sanando adecuadamente:

Si con el paso del tiempo te das cuenta que, al momento de recordar a la persona, situación u objeto perdidos, el dolor inicial ya no es tan intenso y lo que sientes está acompañado de amor, ¡felicidades!, vas por buen camino.

La realidad es que jamás vamos a dejar de extrañar a un ser querido que falleció o una situación que nos hacía felices en el pasado. A pesar de esto, una buena forma de saber si la pérdida se está superando es que podamos seguir con nuestros proyectos y planes.

A lo mejor intentas preparar el platillo que tu abuelita te enseñó años antes de fallecer o regresas a las clases de baile que tomabas con tu expareja, la intención de esto es disfrutar lo que hacías solo porque a ti te gusta.

De la mano con el punto anterior, Ana Elena nos cuenta que, luego de sentir seguridad para retomar las actividades que nos gustaban antes de la pérdida, se les puede dar un nuevo significado y convertirlas en un homenaje hacia los seres queridos que ya no están con nosotros.

La pérdida es parte de la vida y Ana Elena nos invita a verla como una oportunidad para crecer a nivel personal.

Es necesario transitar, experimentar y sentir el duelo para darnos cuenta de que a pesar de una pérdida muy dolorosa nuestra vida no se ha acabado y todos tenemos la fuerza suficiente para salir adelante.

También menciona que, si nos toca acompañar a una persona en duelo, lo mejor que podemos hacer es escucharla, preguntarle lo que necesita, evitar decirle frases trilladas como “échale ganas”, “la vida sigue”, “ya no llores”, “tienes que ser fuerte”, que podrían frenar su proceso y que, si no sabemos qué decir, guardemos silencio.

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¿Qué otro consejo compartirías para superar una pérdida?, ¿sabías cómo vivir el duelo?

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