El shiatsu, una alternativa para aminorar las molestias durante el embarazo

embarazo y shiatsu

Embarazo y shiatsu

 

El embarazo es un proceso que a medida que transcurre ocasiona una cantidad interminable de ajustes hormonales, químicos, físicos, emocionales y todo lo que te imagines.

En mi memoria a corto plazo (fui mamá hace 9 meses), recuerdo uno a uno los malestares del cuerpo que, aunque esté diseñado para albergar a un bebé, resiente el proceso y sus cambios.

En búsqueda de las terapias que aminorarán un poco estos malestares encontré los masajes para embarazadas que aunque fueron de utilidad, no mejoraban de manera específica situaciones como el sentir dolor.

Ahora, tiempo después, llegó a mí la oportunidad de entrevistar a la terapeuta Yuriko Takiguchi, directora de la Sociedad Mexicana de Shiatsu y Medicina Tradicional Oriental y licenciada en Naturopatía egresada del Centro Universitario de Alternativas Médicas (CUAM). Y cómo sé que como yo en su tiempo hay embarazadas en busca de alivio les comparto lo que nos comentó.

Ella nos platicó las bondades del shiatsu (palabra que se deriva de la  etimología: shi: dedos y atsu: presión) como una terapia integral corporal, que permite aliviar la tensión muscular, los dolores de espalda, la mala circulación, hinchazón de rodillas y tobillos.

Para aclarar más dudas sobre esta disciplina puedes ir a los artículos: ¿Qué es el shiatsu? y Beneficios del shiatsu.

Aquí me centraré en cómo el shiatsu (cuyo objetivo es según la academia mexicana de la especialidad, ayudar al cuerpo a autorregularse, restableciendo los diferentes flujos que lo recorren: linfas, sangre y energía vital), puede aminorar las molestias que sufre el cuerpo en el embarazo:

Durante la terapia, se realiza la digitopresión en forma rítmica sobre determinados puntos, los mismos que usa la acupuntura,  cuyo resultado es desbloquear el conducto y permitir que la energía vuelva a activarse.

Yuriko comentó que precisamente el embarazo es una etapa ideal para la terapia con shiatsu. ¿Por qué? Porque puede amainar los dolores e incomodidades de esa etapa sin necesidad de consumir ningún tipo de medicamento.

Aunado a esto, podemos decir que es un tratamiento no invasivo, ya que solo es presión con los dedos, que cumple con una función precisa en la estimulación de determinados puntos, reviviendo y equilibrando la energía vital del organismo.

La especialista recomienda hacer uso de la terapia al inicio del tercer mes y cada ocho días si así se requiere. Se puede también utilizar hasta el término del embarazo y el posparto. Una opción es usarla el día del alumbramiento  por ser excelente para calmar los dolores.

Algo muy importante es acudir con expertos en shiatsu,  ya que aunque no tiene contraindicaciones, una terapia mal aplicada tendría serias consecuencias. Antes de ponerte en mano de un terapeuta, certifica su preparación.

Agradecemos a Yuriko Takiguchi, directora de la Sociedad Mexicana de Shiatsu y Medicina Tradicional Oriental y licenciada en Naturopatía egresada del Centro Universitario de Alternativas Médicas (CUAM) las facilidades para este artículo.

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