Hace apenas unos años, las entradas a los antros contaban con una modalidad que se llama barra libre, asistir a una era un deporte extremo, lo que ofrecían era bebidas alcohólicas de muy poca calidad.
Pero eso cambió, al paso del tiempo, y por lo que terminaron estos eventos, fue que lo que se ofrecía no sólo eran bebidas de bajísima calidad, sino licores adulterados.
El riesgo que implica el consumo de alcohol adulterado es muy alto, ya que este tipo de productos por lo general contienen metanol, sustancia extremadamente tóxica, que aún en dosis pequeñas puede causar serias afecciones que van desde un dolor de cabeza, ceguera, hasta daños importantes al cerebro, corazón, hígado y páncreas, provocando incluso la muerte; menciona la Fundación Pernod Ricald México.
Debido a lo ‘económicas’ que resultan este tipo de bebidas, un sector vulnerable a este riesgo es el de los jóvenes, por lo que es importante extremar medidas de seguridad a la hora de adquirir bebidas alcohólicas.
Es muy necesario checar las etiquetas y membretes, que éstos no se encuentren rotos o alterados, así como comprar productos en el sector formal. De acuerdo a autoridades públicas, las bebidas que más se adulteran en México son tequila, ron, brandy, coñac y whisky.
Es impresionante el aumento de la venta de estos productos, para darnos una idea, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFREPRIS) detalló que entre 2013 y 2014 la actual administración federal rebasó el millón de litros asegurados, lo que significó mil por ciento más que en 2012.
Es importante promover el consumo responsable: la cero tolerancia a venta y consumo de alcohol a menores de edad, no combinar el alcohol con el volante e informar a los jóvenes de los riesgos a los que están expuestos al consumir alcohol de dudosa procedencia. Estar alerta y tomar las precauciones necesarias también significa ser un consumidor responsable.
Fuente: Fundación Pernod Ricard México
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