Los niños son inquietos por naturaleza, por lo que no se debe tomar a la ligera el diagnóstico del Síndrome de Déficit de Atención, ya que no todos los niños distraídos o latosos padecen esta enfermedad.
Mejor conocido como TDAH, este síndrome es un trastorno de conducta con múltiples causas y de asociación genética, se caracteriza porque el individuo diagnosticado es incapaz de mantener la atención sobre un objeto o situación.
Su aparición se asocia con un diagnostico familiar, pues en la mayoría de los casos lo padeció también el padre o la madre del paciente.
Sintomatología del TDAH
Existen ciertos factores que pueden alentar o disminuir la sospecha de que un pequeño padezca este síndrome.
- Inatención, se les dificulta mantener la atención sobre tareas o personas
- Su cuerpo siempre está en movimiento
- Exceso de habla
- Es impaciente
- Falta de atención a los detalles
- Se le dificulta concentrarse
- No escucha cuando se le habla
- No sigue instrucciones ni termina tareas, quehaceres o deberes
- No puede organizar sus tareas o actividades
- No le gusta hacer esfuerzos mentales
- Pierde cualquier objeto
- Olvida realizar las actividades cotidianas
- Se distrae con facilidad por estímulos externos
Aunque es importante precisar que el diagnostico debe efectuarse por un profesional de la salud mental con base en la realización de un historial clínico que tome en cuenta los antecedentes genéticos, ambiente en el que se desenvuelve y el carácter del niño.
Si requieres de asesoría o buscas ayuda profesional visita el sitio www.incidesaludmental.mx o llama a los teléfonos (55) 52 02 29 71 y 78 53.
Fuente: Dr. Aldo Antonio Mendoza