Reconocer la depresión

Reconocer la depresion

Reconocer la depresion

Cuando presentas los síntomas o identificas inicios de depresión es importante acudir con un médico y si tienes la posibilidad con un especialista psiquiatra. Tanto si se trata de ti como de una persona cercana a la que puedas ayudar.

Los médicos constantemente motivan a las personas a la consulta temprana, ya que el retraso en la atención, además de promover la cronicidad de la depresión y sus recaídas, incrementa el riesgo de suicidio, de presentar conductas autodestructivas y de desarrollar o complicar otras enfermedades como son: diabetes, hipertensión, obesidad, etcétera.

¿Cómo ayudar a una persona con depresión?

Cuando en el entorno cercano alguien tiene depresión se nota por los síntomas.

Sin embargo, es más difícil de lo que pensamos acercarnos a alguien con este padecimiento, ya que pocas veces se reconoce que se está deprimido.

Menciona el doctor Barrell: “podemos presumir de cualquier clase de enfermedad; pero reconocer un trastorno emocional o capacidad mental es muy difícil, eso hace que la gente no se atreva a acercarse a ningún especialista”.

En México pueden llegar a pasar entre 12 y 8 años para que una persona con depresión llegue a una consulta.

Otro aspecto que se debe tomar en cuenta, es que culturalmente, a alguien que no está funcionando bien emocionalmente, se le da atención extra, y eso, en cierto momento, cansa a los soportes (familia, amigos, conocidos, compañeros de trabajo) por lo que  los recursos se agotan y las personas deprimidas terminan autoexiliándose.

El doctor sugiere que al abordar el tema con una persona deprimida sea de forma clara y ofreciendo una solución a su enfermedad.  Detectarla, aceptarla y tratarla no es fácil ya que es un padecimiento que no es reconocido como tal y trae consigo un estigma.

La depresión mayor es incapacitante y es la que llega a la consulta médica. Se detecta cuando los episodios de depresión no tan profundos se prolongan y la persona que se acondicionaba a ellos, termina prolongándolos hasta que se  vuelven crónicos, aislantes y muchas veces mortales si no son tratados.

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Agradecemos al doctor Alan Barrell, director Médico de Lundbeck México las facilidades para esta edición

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