Sororidad laboral, un término que refiere a la hermandad femenina

Aunque el concepto de sororidad laboral no se encuentra en el diccionario es cada vez más relevante en las empresas. De acuerdo con la doctora Ana Buquet Corleto, directora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), los estudios sobre feminismo cada vez tocan más empresas.

¿Qué es la sororidad laboral?

El término sororidad laboral empieza a ser usado en el entorno empresarial, sin embargo su origen se encuentra en círculos más especializados. Sobre todo en institutos donde hacen estudios de género. “Es la amistad entre mujeres que ni siquiera son amigas”, precisa Buquet.

La Fundación del Español Urgente ubica el origen dentro del mismo patrón lingüístico de fraternidad. La sororidad usa la raíz soror (hermana) el lugar de frater (hermano); inus (sufijo que indica pertenencia), y dad (cualidad). La sororidad laboral es una analogía de ser hermanas de todas las mujeres con las que convivimos.

¿A qué alude la sororidad laboral?

De manera general, la sororidad laboral busca a la solidaridad entre mujeres. Algo que según la experta muchas veces no se consigue.

“A las mujeres no nos educaron con los valores de la amistad, sino más bien para competir entre nosotras. En el trabajo esta competencia se puede acelerar y provocar que los juicios entre mujeres sean más severos. Para poder conseguir que la barrera salarial o de oportunidades laborales sean más equitativas, debemos ser igual de equitativas a la hora evaluar mujeres y hombres”, precisa la especialista.

De manera similar piensa la antropóloga mexicana Marcela Lagarde, quien ha sido pionera en el uso del término en América Latina. “La sororidad es un pacto político de género entre mujeres que se reconocen como interlocutoras –escribe Lagarde–. No hay jerarquía, sino un reconocimiento de la autoridad de cada una”.

¿Qué puede hacer la sororidad laboral en las empresas?

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) dio a conocer el documento Pobreza y Género en México: Hacia un sistema de indicadores, 2010-2016. Documento que señala 8 aspectos que llaman la atención con respecto a desigualdad.

La responsabilidad en el hogar, el acceso a la educación, la situación sanitaria, la seguridad social, la vivienda, la alimentación, el trabajo doméstico y la situación laboral son los puntos que trata el estudio.

Sin embargo, destacan tres aspectos en los que la sororidad laboral puede empezar a generar cambios en las empresas:

Acceso a la educación

Respecto al rezago educativo entre las mujeres, de 2010 a 2016, la brecha disminuyó con relación a los hombres. No obstante, las jefas del hogar, padecen mayor dificultad para acceder a la educación.“En 2016, la brecha educativa entre ambos sexos se ubicó en 6.5 puntos porcentuales”, según CONEVAL. Aspecto que se agudiza en condiciones de pobreza.

Seguridad Social

La inclusión laboral de las mujeres no ha sido la misma en los últimos años y prueba de ello es la falta de acceso a la seguridad social, como prestación laboral.

En 2016 por cada 100 hombres que contaban con seguridad social por parte de su trabajo, 62 mujeres se encontraban en la misma situación. Este indicador, detalla el reporte, prácticamente se ha mantenido constante desde 2010 y la brecha se acentúa entre la población con condición de pobreza.

Empleos remunerados y sororidad laboral

Otro aspecto que estudia el CONEVAL es el tipo de contratos laborales. El porcentaje de la población trabajadora (hombres y mujeres) sin contrato es de aproximadamente 80%, del cual un 38.6% corresponden al caso de las mujeres y un 16.5% a los hombres. Es decir, la diferencia de casos entre ambos sexos es más del doble, en desventaja para las mexicanas.

“La brecha salarial es un tema que interesa al movimiento de sororidad laboral. Así como surgen movimientos en contra del acoso sexual, también se buscan nuevas oportunidades para que las mujeres crezcan profesionalmente. Y que lo hagan de forma equitativa”, indica Buquet.

¿Qué podemos hacer para ser parte de la sororidad laboral?

Prácticas como no criticar por el hecho de “ser mujer” o mantener prejuicios dentro de la organización empresarial son los primeros pasos. “Dejar de decir que alguien llego a una posición de otra forma por el hecho de ser mujer o dudar de la capacidad de un elemento por su género son acciones que se deben evitar”, comenta la experta, quien confía en que este tipo de movimientos no solo serán benéficos para las mujeres, sino para la adopción de políticas de género más integrales.

“Tener prestaciones laborales más equitativas o igualdad de oportunidades sin importar el género son algunas metas de la sororidad laboral” finaliza Buquet Corleto.

El tema es amplio y valdría la pena escuchar lo que las empresas están haciendo. Por ello te preguntamos ¿conoces la sororidad laboral?

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