En las vajillas de porcelana Ánfora también aplica el lema de renovarse o morir

En las vajillas de porcelana Ánfora también aplica el lema de renovarse o morir

En las vajillas de porcelana Ánfora también aplica el lema de renovarse o morir

Sí, quizá recuerdes bien esta marca porque en diferentes hogares mexicanos había vajillas de porcelana Ánfora. Haz memoria: quizá en casa de tu abuelita o en algún restaurante has visto sus platos, tazas, salseras y más.

Esta empresa nació en 1920 como la Fábrica de Loza El Ánfora, gracias la iniciativa de cinco alemanes que la instauraron detrás del Palacio de Lecumberri. Fue en 1946 cuando se vendió a socios mexicanos en años de drásticos cambios políticos, económicos y sociales para México y el mundo.

En la actualidad elaboran desde las clásicos de porcelana de Sanborns, hasta proyectos personalizados de chefs como Ricardo Muñoz Zurita, Enrique Olvera o Aquiles Chávez.

Una nueva etapa, renovarse o morir

En 1982 la fábrica se mudó a Pachuca de Soto, Hidalgo y su panorama era adverso: ocho de las nueve empresas de cerámica existentes en el país quebraron, debido a la competencia con países como China y el cambio en las tendencia del mercado mundial.

Hans Kritzler, director general de Ánfora, cuenta que su mercado actual son hoteles, restaurantes y chefs. Se enfocan cada vez menos en utensilios de porcelana para el hogar: buscar la diferenciación y la calidad es la clave, como también lo es su nuevo camino ante los costos de los productos chinos que venden como pan caliente a almacenes y tiendas de autoservicio.

Su nicho se basa en el Design-to-Cost (DTC) y la adecuación al cliente, y no al revés. “No podemos hacer todo para todos pero hay que hacer un balance”, agrega. Lo más fácil sería hacer solo platos blancos y continuar con líneas clásicas, pero el valor agregado está en la actualización de diseños.

Algunos de sus diseños se pintan a mano Foto: Mariana Castillo

Numeralia de Ánfora

[wt-tip]Elaboran seis millones de platos al año, de los cuales 40% se exportan a países como Estados Unidos de Norteamérica y Canadá así como a otros países como Corea del Sur, Suiza, Australia, Inglaterra, Costa Rica y República Dominicana.[/wt-tip]

[wt-tip]Tienen 600 trabajadores, de los cuales 60% son mujeres y una gran cantidad de ellas son madres solteras y amas de casa, quienes laboran en horarios de seis horas para que puedan atender a sus hijos. “Si una persona que trabaja ocho horas hace 100 platos, ellas hacen 70 en un horario reducido, es un cambio radical”, narra.[/wt-tip]

[wt-tip]Emplean a 52 personas con capacidades diferentes. En 2012 ganaron el Premio Gilberto Rincón Gallardo que se otorga a las organizaciones que evitan la discriminación y dan empleo a sectores vulnerables.[/wt-tip]

[wt-tip]“De los clientes que más nos piden en general son las cadenas como Panera Bread, Ihop y Applebees”, cuenta Hans. También tienen en su cartera a Sanborns de Grupo Carso (empresa a la cual le elaboran alrededor de 150 mil piezas al año), Starbucks, Pottery Barn, Las Mañanitas, Tequila Kah y más.[/wt-tip]

[wt-tip]Integran algunas prácticas ecológicas como el uso de gas natural, en lugar de combustóleo y carbón, y el reciclaje, tanto de materiales para el reúso de los platos rotos como de plástico, madera y papel.[/wt-tip]

Se promueve que los trabajadores tengan alicientes a su trabajo desde la imagen corporativa hasta los incentivos económicos Foto: Mariana Castillo

Ánfora Studio, espacio para crear más allá

Con el afán de buscar nuevos diseñadores se creó el espacio experimental Ánfora Studio, un proyecto que, en alianza con Zona Maco, recibe cada año a seis creativos para que intervengan una pieza, que pueden ser vajillas de porcelana o no.

El restaurante Cosme (propiedad de Enrique Olvera, ubicado en Nueva York) es parte de estas historias de éxito, ya que eligieron el diseño de Rosario González, el cual está inspirado en la Danza de los Viejitos de Michoacán.

En esta iniciativa han participado Sean Yoo, Pablo Levy, Alonso Cartú, Carolina García, Mariana Águila y Liliana Ovalle, con piezas que resultan una aventurada apuesta a nueva clientela.

Al entrar al espacio dentro de su centro de producción en Pachuca de Soto, Hidalgo se ve un colorido mural de la artista Cecilia Beaven que ayuda a entender el mensaje de que una empresa con 96 años de historia debe renovarse para continuar evolucionando. Sí, la tradición importa, porque la nostalgia y la memoria colectiva son vitales, pero eso no impide que los nuevos caminos deban explorarse.

El mural de Cecilia Beaven en Ánfora Studio Foto: Mariana Castillo

Más información:

Página web: www.anfora.com

Facebook: AnforaMexico

¿Dónde comprarlos?

Fábrica

Camino a Pozos Téllez km. 1.5, ​Fraccionamiento Industrial La Reforma, Mineral de la Reforma, Hidalgo.

Show room

Avenida Constituyentes 345 PB, colonia Daniel Garza, Ciudad de México.

Almacén

Doctor Lucio 181-A, colonia Doctores, Ciudad de México.

Agradecemos a Culinaria Mexicana, Ánfora, restaurante Sotero y Sanborns su apoyo para esta nota.

Foto principal: Ánfora/ Fotógrafo: Oren Carrasco.

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Autor

  • Periodista y editora. Cultura alimentaria y perspectiva social. El mezcal es mi pastor. Me gusta lo cotidiano extraordinario y compartirlo en historias. Cuéntame, ¿qué te interesaría leer en este blog?

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